Iñigo Errejón y Gaspar Llamazares se han convertido, sin pretenderlo, en el símbolo de la crisis de la izquierda. Ambos diputados dejan su escaño en el Congreso el mismo día y dan visibilidad a las diferencias y tensiones que hay tanto en Podemos como en IU.
Desde Podemos se instaba a mover ficha a Iñigo Errejón, y como ayer publicada Diario16, lo ha hecho. Sin embargo, durante todo el día no hubo reacción alguna en la coalición morada, que sigue empeñada en presentar otra candidatura de Podemos para la Comunidad de Madrid a las elecciones de mayo.
Gaspar Llamazares, quien liderada IU durante años y ahora lo hiciera en Asturias, renuncia también a su escaño y anuncia que no se presentará a las primarias de IU.
En principio ni Errejón ni Llamazares tienen intención alguna de abandonar las siglas de sus respectivas coaliciones políticas.
El PSOE también tiene sus grietas
Y así se visibiliza una crisis en la izquierda mientras la derecha personaliza en Andalucía su triunfo de unidad, aunque para ello haya que contar con la extrema derecha.
El PSOE, a quien tampoco Podemos se lo pone fácil hasta para aprobar los Presupuestos, también tiene abiertas grietas, como ocurrió la pasada semana cuando el PSOE de Extremadura apoyó una moción del PP en favor del Artículo 155 en Cataluña.
Los nacionalistsa, especialmente los catalanes, priorizan la situación de los presos del procès a la unión de la izquierda, y más cuando ya se conoce que el juicio comienza el próximo día 6 de febrero.
Estamos a tiempo de reconstruir la izquierda
Sip, de hecho no hay crisis en la izda
mas que la que se empeñan en construir estos
a base de traicion y mirarse el ombligo mientras sueltan su milonga biPPolar
Cínicos e hipócritas
Me permito un copia y pega esclarecedor
“Vivimos rodeados de ratas
Javier Pérez De Albéniz
De Cuarto Poder 21 Enero 2019
Los tránsfugas son animales, seguro que usted ya lo ha adivinado, perimetrales. No hay forma de detectarlos, no hay manera de evitarlos, no hay posibilidad de fulminarlos
El gran Chiquito de la Calzada resumió en una sola frase premonitoria, apenas cuatro palabras, la última crisis de la maltrecha izquierda española: “Vivo rodeado de ratas”. Una frase que rezuma tristeza y desesperanza, una frase que es todo realismo, una frase visionaria que alcanzó su máxima crudeza la noche televisiva del pasado sábado, cuando en el programa La Sexta Noche entrevistaron a Íñigo Errejón solo unas horas después de que éste hubiese apuñalado por la espalda y mortalmente al tercer partido político de este país.
Ojos achinados, pelo corto, sonrisa burlona, ademanes modosos, camisa blanca y chaqueta… aspecto de no haber roto un plato en su vida. Así se presentó Errejón, candidato de la plataforma Más Madrid a la Comunidad de la capital. Con una sonrisa inocente. Con la lección bien aprendida. Con toda la hipocresía de la política detestable a sus espaldas. ¿Alguien del público gritó “casta”?
Errejón hizo un cocido madrileño, recordó a sus viejos compañeros y reconoció la poca eficacia de los cordones sanitarios para frenar a Vox. Sabe de qué habla. Las ratas son animales perimetrales, que evitan los cordones sanitarios moviéndose por los recovecos de las paredes, escondiéndose en las más finas comisuras de los rincones, en las sombras muertas de los recodos. En La Sexta preguntaron a Errejón por sus últimos movimientos políticos, y respondió como lo hizo en su día Eduardo Tamayo: hablando sin decir nada. Los tránsfugas son animales, seguro que usted ya lo ha adivinado, perimetrales. No hay forma de detectarlos, no hay manera de evitarlos, no hay posibilidad de fulminarlos. Embarcados en un ambicioso proyecto personal, sobrevivir en la alcantarilla, los roedores no ponen límites morales a su ambición personal. Son la esencia de la vieja política, escondida bajo un disfraz de candidez, y están ahí para recordarnos dos cosas: que la democracia es imperfecta… y que vivimos rodeados de ratas.”
Los problemas de Podemos deberían quedarse en Podemos
https://iberomagazine.com/2019/01/04/el-gran-wyoming-y-ana-botella/