En un cruce de declaraciones que ha resonado en Congreso de los diputados, Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular (PP), lanzó severas críticas al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acusándolo de valentía selectiva frente a los dictadores y de sumisión ante las figuras autoritarias actuales. Esta estrategia de ataque, lejos de mostrar una postura política sólida y constructiva, pone en evidencia, aún más, las incoherencias y la falta de propuestas claras por parte de Feijóo y su partido sobre las políticas del gobierno actual.
Feijóo acusó a Sánchez de adoptar una actitud sumisa hacia regímenes autoritarios contemporáneos, como el de Nicolás Maduro en Venezuela, mientras se presenta como valiente al enfrentarse al legado de dictadores ya fallecidos, en una clara referencia a la política de memoria histórica sobre el franquismo. Feijóo, con estas acusaciones, ignora la complejidad y el delicado equilibrio que requiere la política exterior, especialmente en un panorama internacional donde las relaciones diplomáticas exigen bastante más que su retórica simplista.
Gaza
El líder del PP no se detuvo allí y extendió su crítica a la postura del Gobierno español respecto a la crisis en Gaza, sugiriendo que Sánchez escoge selectivamente entre las atrocidades del mundo. Esta afirmación, que busca socavar la política exterior española, pretende minimizar los esfuerzos diplomáticos en curso y desatiende la realidad multifacética de los conflictos globales, donde las soluciones no son blancas o negras.
Por otro lado, Feijóo ha intentado clarificar la postura ambigua de su partido respecto al conflicto israelí-palestino, anunciando su apoyo a la solución de los dos Estados. Sin embargo, esta «aclaración» llega rodeada de condiciones y peros, mostrando una vez más la dificultad del PP para ofrecer alternativas concretas y coherentes, en lugar de limitarse a criticar las políticas del Gobierno.
El sempiterno enfoque negativo de Feijóo
La estrategia de Feijóo, marcada por un enfoque negativo y la falta de propuestas claras, indica claramente una preferencia por la polémica que por la construcción de alternativas viables y constructivas para España. En lugar de contribuir al debate con soluciones tangibles, el líder del PP opta por ataques que, aunque puedan resonar en ciertos sectores, poco hacen por avanzar en la resolución de los complejos problemas que enfrenta el país tanto a nivel nacional como internacional.
La intervención de Feijóo en el Congreso, más que exponer las debilidades del Gobierno de Sánchez, ha servido para destacar las propias limitaciones de su liderazgo y de su partido. En un momento en que el mundo demanda liderazgo y soluciones innovadoras, la retórica de Feijóo se queda corta, ofreciendo críticas pero escasas alternativas, y dejando al descubierto la necesidad de una visión más constructiva y proactiva para el futuro de España.
