¿Intervino el ex comisario Villarejo en la operación del Banco Popular?

Febrero de 2017. Emilio Saracho acababa de ser nombrado presidente del Banco Popular y la entidad empezaba a dar buenos resultados, sobre todo en su negocio principal, tal y como venimos informando en Diario16. Además, en ese mismo mes se firmó el contrato de «asesoramiento» con Uría y Menéndez, el despacho del Santander del que ya hemos publicado las facturas emitidas por el bufete al Popular y que fueron pagadas en las semanas posteriores a la resolución.

Ese mismo mes, en unas grabaciones publicadas por La Vanguardia, el ex comisario Villarejo realizaba una de sus reuniones en las que estaban presentes su «socio», el empresario Adrián de la Joya y el ex presidente de Telefónica, Juan Villalonga.

En esa conversación se habla de la fortuna que ganó Villarejo con una operación bancaria. En un momento de la grabación, Adrián de la Joya dice «Mira, cuando asaltas un banco…», palabras que el ex comisario corrige «Cuando asesoras en una fusión bancaria, has querido decir […] Tío, hay que corregir el lenguaje en aras del futuro». Sin embargo, De la Joya insistía en que «eso fue un asalto, perdona Pepe», pero Villarejo continuaba intentando matizar lo dicho por su socio: «Lo que hiciste fue asesorar en una transacción bancaria que luego tuvo unas connotaciones que no eran las esperadas».  De la Joya, en tono irónico y con una risa de fondo contestó: «Sí, les estafamos […] Hace veinte años la hicimos gorda, no quiero repetirla otra vez».

Por las fechas, podrían estar hablando del asalto a Banesto, puesto que, en un momento de la conversación se menciona que su presidente terminó en la cárcel. Además, se habla de una operación en Portugal que perfectamente podría ser la del Banco Totta. Ambos bancos terminaron en manos del Santander, lo cual no quiere decir que el banco presidido por Ana Patricia Botín fuese quien contratara los servicios de Villarejo.

Sin embargo, lo que sorprende de la conversación es la frase de Adrián de la Joya en la que afirmaba que no quería repetir una operación de este tipo otra vez. ¿Se estaba refiriendo al Banco Popular? ¿Intervino Villarejo en la misma, de un modo u otro? Si así fuera, ¿en qué momento entró en la operación, quién le contrató y para qué? Si, tras los documentos publicados por este medio y las conclusiones del informe pericial del Banco de España, se demostrara la participación de Villarejo, es decir, de las cloacas del Estado, en la operación del Banco Popular, confirmaría que había intereses superiores para que la sexta entidad financiera de España cayera y fuera intervenida o resuelta por las instituciones financieras de la Eurozona. ¿Hasta ahí ha llegado la ignominia?

Nos hacemos esta pregunta porque, con audios o sin audios, desde los poderes financieros nacionales e internacionales se está desarrollando una operación en la actualidad que afectará en la misma medida que a las 305.000 familias del Banco Popular a los clientes y a los inversores del resto de entidades bancarias españolas. Los movimientos de Villarejo de «asaltar un banco» no son comparables a lo que desde los poderes económicos, tanto públicos como privados, se está desarrollando para modificar el mapa bancario de España de tal manera que sólo beneficiará a los intereses de las grandes entidades y que, casualmente, se asemeja en demasía la proyecto diseñado por el ex ministro Luis de Guindos, hoy vicepresidente del BCE, lo cual supone un verdadero peligro, teniendo en cuenta la consabida falta de escrúpulos de este hombre. Diario16 tiene conocimiento de esta operación y hoy ya hemos iniciado la publicación de la misma, una información que, según fuentes del sector financiero consultadas, se ciñe absolutamente a lo que está sucediendo, operación de la que no es ajeno el nombramiento de Christine Lagarde como presidenta del BCE.

Las cloacas del Estado, personalizadas en Villarejo, no son nada comparada con las cloacas del sector financiero donde, sin escrúpulo de ningún tipo, se actúa en busca del beneficio de unos pocos sin importar los graves daños colaterales que ocasionan en la ciudadanía. Algo parecido a la valoración fría y cruel que se hace cuando se realizan operaciones militares para eliminar a un objetivo y se toma como «aceptable» un daño colateral de cientos de muertos.

¿No hubiese sido más lógico y humano que la presidenta del BCE fuese Marcela Lagarde?