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La marea de pellets afecta a diez espacios de la Red Natura 2000 y los ecologistas demandan a la naviera del buque «Toconao»

En la demanda se evidencian "los daños sustanciales a la calidad del agua, a los suelos de las playas,  animales y plantas de estos ecosistemas, además del riesgo de perjuicios a la salud".

Juan Carlos Ruiz
Juan Carlos Ruiz
Periodista y Licenciado en Ciencias de la Información
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análisis

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Ecologistas en Acción acaba de presentar este martes en el Juzgado de Noia (A Coruña) una demanda penal contra la empresa armadora propietaria del buque portacontenedores Toconao, con bandera de Liberia, así como contra su capitán. La acción judicial, realizada junto con Plademar Muros-Noia, atribuye a la empresa un presunto delito contra el medioambiente y los recursos naturales por la afectación a las costas gallegas con un vertido de millones de pellets de plástico.

La marea de pequeñas bolas de plástico blancas ya ha afectado a 10 espacios protegidos de la Red Natura 2000, así como al Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas, al Parque Natural de Corrubedo y a numerosas zonas de costa y arenales. En la demanda se evidencian «los daños sustanciales a la calidad del agua, a los suelos de las playas,  animales y plantas de estos ecosistemas, además del riesgo de perjuicios a la salud».

¿Qué ocurre con los pellets una vez liberados al medio ambiente?

Los pellets de plástico (o nurdles) son bolas de cinco milímetros de diámetro que, por sus características, atraen las toxinas próximas absorbiéndolas como una esponja, lo que hace que se conviertan en bombas tóxicas.

Su forma y tamaño atraen a numerosas especies de aves, peces y crustáceos que los confunden con ovas. Al ingerirse, los plásticos entran en la cadena trófica y, con frecuencia, provocan la muerte del animal, que deja de comer al tener el estómago lleno de plástico.

Cuando entran en la cadena trófica, las sustancias contaminantes que portan los microplásticos quedan en los tejidos de los animales. Además, la descomposición de los pellets genera micropartículas y nanopartículas imposibles de eliminar que son ingeridas por el plancton y organismos filtradores.

Caución judicial de 10 millones de euros

Ecologistas en Acción quiere asegurar que se cumple la máxima de «quien contamina paga» y, por eso, en su demanda ha pedido al Juzgado que imponga una caución a la empresa demandada de no menos de 10 millones de euros que permita acometer los costes de restauración. Con esta acción, pretende agilizar una vía que evite la impunidad que acabaron teniendo otros vertidos marítimos en el pasado.

A su vez, la organización ecologista anima a las Administraciones afectadas y a otras organizaciones sociales a personarse como acusaciones en la causa que se abrirá en Noia.

A pesar de ello, los colectivos denunciantes lamentan la inacción de la Xunta a la hora de adoptar medidas y animan a la sociedad a participar en las numerosas acciones de limpieza que se han realizado de forma espontánea en las últimas semanas.

La organización ecologista señala que, aunque este episodio causado por el Toconao tiene una dimensión sin precedentes en nuestras costas, «los pellets de plástico son uno de los elementos que se vienen recogiendo en las limpiezas de playas desde hace años». Por eso, demanda un cambio en el sistema de producción y en el modelo económico global, «que además de ser profundamente injusto, asume riesgos de los que después no se hace cargo: Los impactos sobre los ecosistemas normalmente no se contabilizan y, como en este caso, la limpieza y restauración parcial recae sobre la ciudadanía y los medios públicos».

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