La Policía investiga si Putin está detrás del intento de golpe de Estado en Alemania

La embajada rusa en Berlín negó el miércoles cualquier vínculo con organizaciones terroristas o ilegales en Alemania, después de que la Policía de ese país detuviera a integrantes de un grupo de extrema derecha sospechosos de planear un ataque contra el parlamento. “Las oficinas diplomáticas y consulares rusas en Alemania no tienen ningún contacto con representantes de grupos terroristas o de cualquier otra formación ilegal”, declaró la embajada, citada por las agencias de noticias estatales Ria Novosti y Tass.

La policía alemana detuvo unas horas antes a 25 personas, presuntos miembros del grupo Reichsbürger (Ciudadanos del Reich). “Sospechamos que estaba previsto un ataque armado contra los órganos constitucionales”, afirmó el ministro de Justicia, Marco Buschmann, en un mensaje en Twitter que evocaba “una amplia operación antiterrorista”.

La idea de que Rusia pueda estar detrás de este levantamiento en el país germano no es descabellada. En los últimos años, Vladímir Putin ha financiado movimientos subversivos y antisistema en países de la Unión Europea. Los servicios de inteligencia de Estados Unidos han alertado de que el Gobierno ruso ha inyectado al menos 300 millones de dólares a partidos y candidatos políticos de casi una treintena de países con el objetivo de influir en la política de otros estados. Las buenas relaciones que Donald Trump mantuvo en su día con el máximo responsable del Kremlin ha hecho sospechar al FBI y a la CIA que el mandatario ruso pudo haber estado al tanto de los planes de asalto al Capitolio protagonizado por los centenares de simpatizantes trumpistas que aquel día trataron de dar un golpe de Estado en Washington. El objetivo del Kremlin, desde 2014, habría sido poner en marcha una campaña encubierta para debilitar los sistemas democráticos y promover las fuerzas políticas consideradas alineadas con los intereses rusos. Así, Alemania, que ha visto el resurgir de partidos de extrema derecha e ideología neonazi, estaría en la lista negra de Putin como uno de los países donde la rebelión antisistema, desde dentro, podría tener más posibilidades de cuajar. Desde luego, si Alemania cayera en manos de una dictadura o autocracia, todo el edificio de la Unión Europea se derrumbaría en poco tiempo y otros países seguirían el mismo camino. Por tanto, a Putin le interesa apoyar cualquier movimiento social revolucionario o conspiranoico que suponga una convulsión para los gobiernos de Occidente, debilitados tras la pandemia y la guerra en Ucrania, y con esa hipótesis trabajan ya todos los servicios de inteligencia y fuerzas de seguridad de los miembros de la zona euro.

Los integrantes de la célula desarticulada en Alemania están firmemente convencidos de que este país está actualmente dirigido por un supuesto Estado profundo, según subrayó la Fiscalía de Karlsruhe, a cargo de los asuntos relativos a la seguridad del Estado. Para alcanzar la “liberación”, creen que es necesaria la “intervención inminente de la Alianza, una sociedad secreta técnicamente superior que reúne a gobiernos, servicios de inteligencia y militares de distintos países, entre ellos la Federación de Rusia y Estados Unidos”, añadió. Uno de los integrantes del grupo trató de ponerse en contacto con “representantes de la Federación rusa en Alemania”, señaló.

Sin embargo, según las investigaciones realizadas hasta ahora, nada indica que los interlocutores rusos hubieran reaccionado a este tipo de solicitud.

En este sentido, ha manifestado que los detenidos “están firmemente convencidos de que Alemania es gobernada por miembros de un llamado ‘Estado profundo’” y ha añadido que “según los miembros de la asociación, la liberación (del mismo) promete una intervención inminente de la Alianza, una sociedad superior secreta de gobiernos, servicios de Inteligencia y ejércitos de diversos estados, incluidos Rusia y Estados Unidos”, según informa Europa Press.

“La asociación está firmemente convencida de que los miembros de la Alianza están ya en Alemania y que su ataque contra el ‘Estado profundo’ es inminente”, ha recalcado la Fiscalía, que ha sostenido que, según esta teoría, “la lucha contra las instituciones y representantes del Estado alemán que queden y la salvaguarda del poder serán asumidos por esta asociación y una red de compañías de seguridad alemanas fundadas por ella”.

“Esta eliminación violenta del Estado constitucional democrático, también a nivel de las comunidades, distritos y municipalidades, debía ser llevada a cabo por miembros de su brazo militar. La asociación es consciente de que habría muertes, si bien al menos acepta este escenario como paso intermedio necesario para lograr el ‘cambio de sistema a todos los niveles’ que busca”, ha explicado.

Por ello, ha detallado que este grupúsculo buscaba formar un “gobierno militar de transición” que “negocie el nuevo orden en Alemania con las potencias aliadas victoriosas en la Segunda Guerra Mundial, en línea con la clásica narrativa del Reich”. “Desde el punto de vista de la asociación, el principal contacto para estas negociaciones es Rusia. El acusado Príncipe Heinrich XIII ya ha contactado con representantes de Rusia y Alemania, si bien, según las investigaciones, no hay indicaciones de que las personas contactadas hayan respondido positivamente a sus peticiones”, ha desvelado.

El sospechoso identificado como Príncipe Heinrich XIII “es considerado el futuro jefe de Estado dentro de la asociación, con Thomas T. como su asesor personal”. “Desde noviembre de 2021, los miembros del Consejo se han reunido de forma regular para planificar el intento de golpe en Alemania y el establecimiento de sus propias estructuras estatales que, de forma similar a un gobierno normal, tienen departamentos de Justicia, Exteriores y Sanidad”.

La Fiscalía ha puntualizado además que los sospechosos habrían “iniciado preparativos”, incluida “la planificación de estructuras administrativas, la obtención de equipamiento, la puesta en marcha de entrenamiento en armas y el reclutamiento de nuevos miembros”. “Adjunto al Consejo está el Brazo Militar. Algunos de sus miembros han servido de forma activa en el Ejército. Depende de esta parte de la asociación aplicar el planificado golpe por la fuerza de las armas”, ha señalado.

Terroristas, miembros del Ejército y la Policía

“El principal foco de los esfuerzos de reclutamiento eran miembros del Ejército y la Policía. Para lograr este objetivo, hubo al menos cuatro reuniones en verano de 2022 en Baden-Wurtemberg en las cuales, entre otros, Rudiger promovió el grupo y sus objetivos”, ha dicho, al tiempo que ha apuntado que varios de ellos intentaron reclutar a policías en el norte de Alemania durante el mes de noviembre. “En octubre de 2022, miembros del Brazo Militar inspeccionaron cuarteles del Ejército en Hesse, Baden-Wurtemberg y Bavaria para ver si eran adecuado para acoger a sus tropas tras el derrocamiento (del Estado)”, ha dicho.

Por último, ha subrayado que “según las investigaciones hasta la fecha, existen también sospechas de que miembros de la asociación realizaron preparativos concretos para forzar su entrada en el Bundestag con un pequeño grupo armado”. “Los detalles están siendo estudiados. Las investigaciones servirán para determinar si se ha cometido un delito de alta traición a la hora de adoptar medidas para derrocar al Gobierno federal”, ha remachado en su comunicado.

Según las informaciones recogidas por el diario alemán Die Welt, entre las viviendas que están siendo objetivo de redadas y registros figura la casa de Birgit Malsack-Winkemann, una antigua parlamentaria del ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD). Así, el medio ha indicado que las fuerzas especiales han llegado a su vivienda en Berlín en torno a las seis horas en el marco de las operaciones, en las que también han sido detenidos antiguos miembros de las fuerzas especiales del Ejército.