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Las dimisiones en cascada de altos cargos por el colapso de la sanidad cierran un ‘annus horribilis’ de la mayoría absoluta de Moreno Bonilla

La salida del viceconsejero de Salud y del gerente del SAS se suma en una semana a la del responsable de la nefasta gestión de los fondos europeos en Andalucía, que solo invirtió el 10% de 4.000 millones

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análisis

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En cascada, sin descanso y todos ellos “por razones personales”, según la versión oficial de la Administración andaluza. Las dimisiones de varios altos cargos en el Gobierno de Juan Manuel Moreno Bonilla directamente relacionados con las iniciativas políticas más polémicas del primer ejecutivo con mayoría absoluta del Partido Popular en Andalucía cierra un año para olvidar en lo que se prometía a priori como un paseo triunfal después de la holgada mayoría absoluta lograda en las autonómicas de junio de 2022. El colapso de las listas de espera quirúrgicas y diagnósticas “porque el sistema funciona”, según la consejera de Salud, Catalina García, ha provocado la dimisión “por razones personales” del viceconsejero de Salud, Miguel Ángel Guzmán, y del gerente del Servicio Andaluz de Salud (SAS), Diego Vargas.

Estas dos bajas de vital importancia en el organigrama de la Junta de Andalucía se suman a la que hace solo una semana protagonizó el máximo responsable del ejecutivo de Moreno Bonilla para la gestión de los fondos europeos de ayuda contra la crisis generada por la pasada pandemia mundial, también “por motivos personales”, después de que se constatara que el Gobierno andaluz apenas había ejecutado un 10% del total de casi 4.000 millones destinados a Andalucía desde la Unión Europea. El secretario general de Presupuestos, Gastos y Financiación Europea, Enrique Rodríguez Varo, dejó su puesto el pasado 20 de diciembre, en pleno debate de presupuestos andaluces, “por motivos estrictamente personales”, según la Consejería de Economía y Hacienda.

La dimisión de los dos altos cargos de la Consejería de Salud, departamento en la picota por la gestión de las listas de espera y también de la atención primaria y la polémica potenciación de los conciertos con la sanidad privada, no se ha traducido en ningún momento en el cese o dimisión de la propia consejera Catalina García, reclamada insistentemente por todos los partidos de la oposición parlamentaria en Andalucía desde hace meses.

Reiteradas peticiones de cese de la consejera

El mantenimiento de la titular del departamento de Salud no oculta la severa crisis que vive el ejecutivo andaluz de Moreno Bonilla en su segundo año de mandato con mayoría absoluta. A esta crisis se suma el fiasco de sus planes para la legalización de regadíos ilegales en el entorno de Doñana, camuflado como “acuerdo histórico” con el Gobierno central después de que la comunidad científica internacional, la Unesco, la Unión Europea y otros organismos se opusieran frontalmente a este proyecto de ley que ha quedado empantanado en su tramitación en el Parlamento andaluz, que sólo Vox apoyaba de forma entusiasta.

La titular de Salud, que aseguró que el colapso de las listas de espera se debía a que “el sistema funciona”, sigue en el cargo pese a las reiteradas peticiones de cese reclamadas por la oposición en pleno

Las reacciones a las dimisiones de los altos cargos de la Consejería de Salud han coincidido en recalcar la profunda crisis que vive la sanidad pública andaluza. El responsable de Sanidad del sindicato UGT en Andalucía, Antonio Macías, ha calificado de “dimisiones forzadas” la salida tanto del viceconsejero como del gerente del SAS, la mayor empresa de Andalucía con más de 120.000 trabajadores en nómina, y cree también “que para nada van a solucionar el estado de caos” que vive la sanidad pública andaluza en la actualidad.

“El verdadero cambio que necesitamos es el de cambio de política sanitaria que se lleva desde la Consejería de Salud, y es su máxima responsable la que debe de ser cesada de forma inmediata. La intolerable situación de las listas de espera, la desorganización en los centros, la desesperación de los profesionales y usuarios tiene un nombre y ese se llama política desastrosa y favorecedora de la privatización, y para acabar con este desastre no vale con cambiar dos nombres”, ha lamentado el responsable de UGT.

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2 COMENTARIOS

  1. -Creo que las dimisiones señalen el buen camino para encauzar la sanidad, tanto de Andalucía como de la resta del estado. Si unos señores decentes puestos en el cargo ven que perderán su decencia siguiendo en él: De horados es dimitir. Y, si encima la máxima responsable no lo hace con más dignidad, se dimite.

  2. Vistos los resultados es inexplicable a qué acude la gente a una consulta salvo accidente. Ya Tácito dijo el que los treinta no es su propio médico es un idio ta.
    La explicación es que el objetivo de la sanidad no es curar sino cronificar la enfermedad y así nunca basta para atender.

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