Un libro sigue siendo un buen regalo, y si es de los CUENTOS CLÁSICOS DE EDELVIVES es imposible no acertar. El año pasado les pedí la maravillosa edición de DOCTOR JEKYLL Y EL SEÑOR HYDE y fue una de las mejores experiencias de mi vida. Es un libro grandísimo, de dimensiones… ¡de cuento imposible! Casi cuarenta centímetros de alto y casi treinta de ancho. Es un objeto impresionante, las ilustraciones ¡tan grandes! me emocionaron, pero sobre todo fue el placer de volver a leer el texto (me lo sé casi de memoria, porque lo llevo en el coche en su versión original y grabado en caset; sí, soy un excéntrico: llevo un caset en el coche). Debido al tamaño había que organizar un pequeño ritual para leer, y luego… me parecía un libro nuevo, lo juro. Lo leí y saboreé de otra manera: distinta y nueva. Supongo que puede valer el símil de la cerveza: en vaso de plástico, en lata, en botella, en vaso de cristal, en jarra de barro o cerámica. Le recomiendo la experiencia a cualquiera que ame los libros o, sin amarlos, se sienta atraído lo que para mí es la máxima obra maestra de Stevenson.
También de Edelvives, y de la misma colección de CUENTOS CLÁSICOS ILUSTRADOS, he recibido este año: LA LEYENDA DE SPEEPY HOLLOW de Washington Irving. No es tan grande como el Jekyll y Hyde pero también tiene más de treinta centímetros de alto. Y está ilustrado por Antonio Lorente. Estoy buscando el mejor sitio de la casa para saborearlo sin ninguna prisa.
Y extrañamente son libros baratos para sus características: alrededor de 25 euros. Aseguro a quien esté leyendo que como regalo son un éxito garantizado.
Aunque para amantes de los libros y la literatura he de decir que se ha publicado este año una joya absoluta: EL GABINETE MÁGICO (o LIBRO DE LAS BIBLIOTECAS IMAGINARIAS) firmado por Emilio Pascual, ese… me faltan las palabras para acotar a Emilio Pascual: admiro muchísimo su energía, su memoria, su talento y su extensísima cultura literaria. En EL GABINETE MÁGICO se bucea en las bibliotecas ¡IMAGINARIAS! del CEMENTERIO DE LOS LIBROS PERDIDOS de Carlos Ruiz Zafón o en la BIBLIOTECA DE BABEL de Jorge Luis Borges, amén de otras setenta bibliotecas que sería excesivo ponerse a enumerar.
Lo edita Siruela… (al escribir Siruela he pensado en Domingo Villar, cualquiera de sus libros es también un regalo perfecto, y desde aquí le mando un abrazo a su alma inmortal). Y también en Siruela sucede que ha salido en bolsillo otro libro que es casi imposible que no enamore a quien lo lea, el New York Times lo ha calificado como “Único y excepcional”. Ahora por 14 euros puede leerlo cualquiera. Me estoy refiriendo, por supuesto, a EL INFINITO EN UN JUNCO de Irene Vallejo. Engancha desde la primera página. Otro regalo con el que es imposible fallar.
De Destino, aunque no ha vuelto a publicarme ni un solo libro desde SONRÍE DELGADO (ay, veinte años ya desde que fui el Finalista del Nadal) voy a recomendar también PÚA de Lorenzo Silva, que es una obra maestra como ya he dicho más de una vez y en diversos sitios, Y LA MATERNIDAD ERA ESTO de Noemí Trujillo Giacomelli: lo tengo como libro de cabecera y lo estoy disfrutando muchísimo. Me encanta como resume los grandes libros y los hace navegar en la dirección que la autora ha decidido.
Poesía, confieso, leo últimamente más que nunca y sin duda el culpable es el poeta Gonzalo Escarpa, Scarpa, y las más de cien performances que ha hecho sobre POESÍA en ÁMBITO CULTURAL DEL CORTE INGLÉS.
En primer lugar recomiendo, y garantizo (si te gusta pensar en leer, o simplemente crees en la grandeza de estar vivo): EUFORIA. ¡Es la polla con cebolla! Así titulé el artículo que le dediqué nada más recibir el libro y leer ROMERO, la pieza que lo abre. EUFORIA, el deslumbrante poemario de Carlos Marzal, que como objeto también es bellísimo y altamente deseable. Está publicado por TUSQUET en su despampanante -sí, despampanante- colección NUEVOS TEXTOS SAGRADOS (Marginales): cantos dorados y fondo negro (y -enmarcada- una de las piñas que utiliza Marzal para convocar a las musas cuando el frío consigue meterlo en una casa con chimenea). Nunca había tenido una relación tan apasionada con un libro como la que estoy teniendo con EUFORIA: me he aprendido una docena de poemas de memoria tras descubrir que así podía llegar a mayores honduras y acercarme un poco más al alma del libro (creo en las almas, en las de las personas y en las de los libros).
Alma inmensa posee también el último autor que voy a recomendar y que fue el primer poeta vivo del que me aprendí poemas de memoria. Me refiero a Luis Alberto de Cuenca. El poemario que voy a recomendar aún no lo he leído pero es el regalo que encabeza mi carta a los Reyes. Se titula EL SECRETO DEL MAGO (ya con el título me tiene ganado) lo publica Visor y con él ha conseguido ganar el Premio Gil de Biedma. (“que tu ejemplo en la vida sea siempre lo que gozaste, no el sufrimiento”)
Y por esta vez ya es bastante. Regalar un libro siempre es magia. Un libro físico, que se pueda tocar. Porque el libro es más fuerte y poderoso que el tiempo. No necesita ninguna máquina para ser decodificado, leído y disfrutado… Me acabo de dar cuenta que no he recomendado mi propio libro, el que ahora está en las librerías “ganando carreras”, inspirado en la vida del Marqués de Portago, el primer gran piloto español, y que se titula EL SABOR DEL ULTIMO BESO. Lo he publicado con La Esfera, y tengo el sueño de que vaya a gustarle a muchísimos lectores; de momento va bien colocado y tiene un motor que debería ser capaz de adelantar y adelantar.
¡Feliz Navidad a todos los lectores y a todos mis compañeros de Diario16!
Que el año que viene sea para todos un año:
¡Excelsior!
(otro abrazo a otra alma, la de Stan Lee. Spiderman es una creación genial).
