El gobierno alemán, formado por el tripartito del «semáforo», se ha negado a dar marcha atrás en la batalla abierta por los agricultores y transportistas. El pasado martes se dio un paréntesis en las protestas masivas que exigían al gobierno la toma de medidas urgentes para proteger al sector agrícola y del transporte, y se anunció por parte de los convocantes que daban de plazo hasta el día de ayer, jueves, para llegar a acuerdos. Sin embargo, ante la falta de entendimiento, los convocantes anuncian el reinicio de sus protestas.
Llevan protestando desde hace semanas contra los recortes de los subsidios planteados por el gobierno, y por este motivo han bloqueado carreteras, varias autopistas y centros urbanos, especialmente durante las últimas dos semanas.
«Las protestas de las últimas semanas fueron un anuncio. Si nada cambia, se producirá una erupción», anunció ayer Rukwied. Señala Euractiv que ahora, ante la falta de entendimiento, «la erupción es inevitable».
Presupuestos sobre la mesa
A última hora de anoche, el comité parlamentario de presupuestos aprobó el plan de gobierno para eliminar gradualmente los subsidios a los combustibles agrícolas, que era precisamente la primera exigencia a paralizar de los agricultores. Aunque todavía quedaría pendiente que el Bundestag apruebe los presupuestos a comienzos del mes de febrero, ya se da por hecho que el texto planteado anoche saldrá adelante.
La asociación de agricultores alemanes ha anunciado que tomará una decisión final sobre sus siguientes pasos en el día de hoy, y han convocado a los medios de comunicación para la tarde de hoy viernes.
