jueves, 2mayo, 2024
16.4 C
Seville

Los partidarios de Trump amenazaron a punta de pistola a los votantes demócratas

La intimidación de los votantes es característica de las elecciones cuando Estados Unidos está profundamente dividido. Lo que fue inusual durante aquella campaña fue que el propio presidente Donald Trump avivó las tensiones al instar a sus partidarios a monitorizar los lugares de votación en busca de fraude electoral, especialmente en áreas con grandes poblaciones minoritarias. Nunca un presidente había hecho comentarios como ese

José Antonio Gómez
José Antonio Gómez
Director de Diario16. Escritor y analista político. Autor de los ensayos políticos "Gobernar es repartir dolor", "Regeneración", "El líder que marchitó a la Rosa", "IRPH: Operación de Estado" y de las novelas "Josaphat" y "El futuro nos espera".
- Publicidad -

análisis

- Publicidad -

Los partidarios de Donald Trump, y el propio expresidente, siguen intentando propagar la teoría de la conspiración de que las elecciones de 2020 fueron «amañadas». Sin embargo, los distintos informes que se han presentado las diferentes comisiones de investigación del Congreso de los Estados Unidos muestran cómo, en realidad, fueron los partidarios de Trump los que intentaron subvertir el resultado con amenazas a los votantes demócratas para que no fueran a votar.

El 3 de noviembre de 2020 el Comité de Abogados por los Derechos Civiles Bajo la Ley, una organización de protección electoral no partidista, recibió miles de quejas en su línea directa sobre intimidación y acoso de votantes.

Los informes describieron amenazas, campañas electorales demasiado agresivas, lenguaje racista y más. Procedían de estados de todo el país, incluidos aquellos en los que el resultado se decidió por un número relativamente pequeño de votos.

Es imposible saber cuánto afectó la intimidación y el hostigamiento a los resultados finales. La participación récord sugiere que fue superada en la mayoría de los casos por la determinación de los votantes de ser escuchados. Aun así, las denuncias muestran que el problema sigue siendo demasiado real y reflejan una profunda polarización política que durará mucho tiempo.

La intimidación de los votantes es característica de las elecciones cuando Estados Unidos está profundamente dividido. Lo que fue inusual durante aquella campaña fue que el propio presidente Donald Trump avivó las tensiones al instar a sus partidarios a monitorizar los lugares de votación en busca de fraude electoral, especialmente en áreas con grandes poblaciones minoritarias. Nunca un presidente había hecho comentarios como ese.

Algunos de los casos recogidos por el Comité de Abogados por los Derechos Civiles son, cuanto menos, escabrosos y muy preocupantes para el sistema democrático.

Grupos organizados

En la localidad de Springville, Utah, Kate Gabbins, de 22 años de edad, salió de su trabajo a las 18.30 para ir a votar por primera vez en unas elecciones presidenciales. Cuando se acercaba a su centro de votación en Spanish Fork Fairgrounds, a unos 80 kilómetros de Salt Lake City, se encontró con un atasco. Al principio, ella pensó que era algo normal del día de las elecciones.

Sin embargo, a unas cuatro manzanas del centro de votación empezó a escuchar multitud de claxons. Más adelante el tráfico se volvió loco y no hacían más que pasar coches a su lado provocando un infierno de bocinazos. Cuanto más se acercaba al centro de votación, pudo comprobar que se trataba de grupos de personas en camionetas ondeando banderas de Trump y gritando.

Gabbins tiene autismo. El ruido la abrumó y llamó a su novio para decirle que estaba pensando en dar la vuelta. Sin embargo, su pareja le dijo que se trataba de intimidación de votantes.

Dentro del centro de votación, los trabajadores electorales estaban haciendo todo lo posible para desconectarse de la conmoción. Ella recogió su papeleta, la rellenó y regresó a su coche. Luego se unió a una fila de conductores que se dirigían a otro lugar para entregar sus votos.

Sin embargo, la conmoción previa no tenía nada que ver con lo que se encontró antes de llegar al lugar donde tenía que votar. Había tres furgonetas en el aparcamiento tratando de colarse y un camión que seguía acelerando su motor y conducía muy cerca de su coche, como si jugara a la gallina.

Entre las furgonetas y los camiones se podían distinguir banderas confederadas, y armas en la parte trasera donde había gente sentada. Varias personas fueron apartadas de la carretera y amenazadas a punta de pistola para que no fueran a votar.

- Publicidad -
- Publicidad -

Relacionadas

- Publicidad -
- Publicidad -

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre

- Publicidad -
- Publicidad -
Advertisement
- Publicidad -

últimos artículos

- Publicidad -
- Publicidad -

lo + leído

- Publicidad -

lo + leído