Durante el pasado fin de semana se produjeron intentos de asaltar el edificio del Ayuntamiento de Belgrado, algo que forma parte, según el Kremlin, de un «complot de los países occidentales para derrocar al gobierno serbio». Así lo ha afirmado la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Maria Zakharova.
Miles de manifestantes intentaron entrar en distintos edificios gubernamentales durante el pasado fin de semana, concretamente el domingo por la tarde, después de que se proclamase la victoria del partido que está actualmente al frente del gobierno, el Partido Progresista Serbio, derrocando así a la coalición pro UE «Serbia Contra la Violencia».
El actual presidente serbio, Vucic, ha calificado estas protestas como un intento de revolución de colores, un término ya empleado para describir los movimientos que están financiados y organizados desde el exterior, como ya sucedió anteriormente en otros enclaves, como en Ucrania en 2014, con el EuroMaidán.
Ayer lunes, la portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores, Zakharova, se mostró de acuerdo con las sospechas del presidente serbio y señaló que «los intentos del Occidente colectivo de sacudir la situación en Serbia utilizando las técnicas del golpe del Maidán son obvias».
La portavoz ha afirmado también que «la única reacción posible» a los resultados de las elecciones es el estricto cumplimiento de la constitución de Serbia y el respeto por la elección del pueblo.
Fraude electoral
Las elecciones han sido denunciadas por fraude por parte de los partidos de la oposición y de los observadores internacionales.
Se está acusando al actual partido gobernante de haber comprado votos, de haber utilizado los medios de comunicación para favorecer a Vucic, algo a lo que él mismo ha calificado de «mentira» y ha acusado a los países pro occidentales de estar articulando una campaña de descrédito contra los resultados de los comicios parlamentarios.
