Cada vez es menor el parque móvil de taxis disponible para llevar a personas incapacitadas en silla de ruedas. Al parecer es la única ciudad de España que no subvenciona a los vehículos que se adaptan para poder llevar a minusválidos.
Dado que la población está envejeciendo notablemente, parece que aumentar el número de taxis y subvencionarlos sería lo adecuado para que no desaparezcan. Actualmente, los propietarios de los taxis tienen que asumir todo el gasto.
Piensa mal y acertarás, aconseja el refrán.
Si a lo anterior le añadimos que en la comunidad de Madrid a cualquier persona de más de sesenta y cinco años que venda su piso no se le cobran plusvalías, es fácil pensar que Madrid no quiere en su seno ancianos.
Son poco decorativos. Dan muchos problemas.
Lo mismo va a suceder a partir de 2025 con todos los madrileños mayores de 65 años que tengan coches sin distintivo. ¿Si viven dentro de la M30 les obligarán a tirar los coches? ¿Les pondrán una multa si van desde su casa al hospital, o a ver a sus nietos, en un coche sin distintivo?
¿Se subvenciona la instalación de ascensores para mejorar la accesibilidad y no va a haber taxis capaces de llevar a las personas impedidas que necesitan usar una silla de ruedas?
Parece torpeza, incoherencia. Pero también podría ser maldad. A todos nos gusta pensar que el mundo está lleno de buenas personas; yo también pienso que es cierto, pero no hay que olvidar que también hay alguna gente muy retorcida.
Los ancianos en silla de ruedas molestan. Porque un joven en silla de ruedas probablemente pueda subir a un autobús, pero alguien de ochenta o noventa años normalmente solo tiene la opción del taxi.
Por favor, tengan caridad con su propio futuro, señora Ayuso y señor Almeida.
Por favor, tengan caridad con su propio futuro, señora Ayuso y señor Almeida.
