El Gobierno de Marruecos no ceja en su empeño de mostrar su disgusto contra el Ejecutivo español por haber acogido en un hospital de nuestro país al líder del Frente Polisario. De hecho, se pregunta todavía en plena crisis con Marruecos, cuál hubiera sido la reacción española «si en el Palacio Real hubiéramos recibido a separatistas catalanes».
No valora, sin embargo, cómo el propio gobierno marroquí jugó con las esperanzas e incluso las vidas humanas de sus compatriotas al animar a familias, e incluso a menores solos, pasar a nado a las costas de Ceuta y Melilla.
Crisis migratoria con Marruecos
Un gesto inútil, porque Marruecos en esta crisis migratoria sabía que en menos de 36 horas la gran mayoría sería devuelta a su país. Como así fue.
En este sentido, Marruecos asegura que el caso Ghali «no es la raíz del problema» sino unas «segundas intenciones hostiles» respecto al Sáhara.
Duro comunicado
En un duro comunicado difundido por el Ministerio de Exteriores alauí, al que ha tenido acceso Diario16, la raíz se encuentra en las, a su juicio, «segundas intenciones hostiles de España con respecto al Sáhara» Occidental.
Marruecos, además, ha destacado que el conflicto no terminará con la comparecencia del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, prevista para mañana ante la Audiencia Nacional española. Advierte que la crisis finalizará cuando «España aclare sin ambigüedades sus elecciones, sus decisiones y sus posiciones» en relación al Sáhara.