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A Gallardo Frings le pone el dióxido de carbono

El vicepresidente de Castilla y León anima a los alumnos de un instituto a preguntarse si el CO2 es un gas contaminante

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El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, ha invitado a jóvenes de entre 15 y 17 años a preguntarse “si el CO2 (dióxido de carbono) es un gas contaminante” o sobre “si la segunda República en España era un régimen plenamente democrático o es cierta o no la leyenda negra sobre la conquista de América por España”. O sea, que Gallardo Frings ha sacado a pasear su negacionismo anticientífico y su revisionismo histórico más duro haciendo el ridículo otra vez. El vicepresidente de la Junta, mano derecha de Mañueco, debe creer que el CO2 es bueno para la salud y cualquier día anima a la población a que ponga las fosas nasales junto al tubo de escape de un vehículo y aspire profundamente el aire más puro de la naturaleza. Las recetillas del doctor Frings son cada vez más letales.

Lo de Gallardo no tiene nombre: primero se le ocurre un concierto de rock en medio del paisaje desolador de la Sierra de la Culebra arrasada por las llamas y ahora nos sale con estas. ¿Qué será lo siguiente? ¿Propondrá a los castellanoleoneses que beban su propio orín para curar las enfermedades, construirá un balneario para que la población pueda darse baños de petróleo y queroseno en lugar de aguas termales, le dirá a los escolares que esnifar pegamento es bueno para la salud? ¿O quizá piensa reinventar el cocido maragato con unas gotitas de plomo, metano y lluvia ácida, para darle un poco de más sabor a la comida? Cualquier cosa podemos esperar de este sujeto que debió saltarse Barrio Sésamo en su infancia, porque si no, no se entiende.

Hoy García-Gallardo, que ha inaugurado la VII Semana de Formación del Colegio San Agustín de Salamanca, ha pedido a los jóvenes “dar un paso al frente para hacer los cambios sociales”. Sí, sí, un paso al frente, pero hacia el abismo, hacia el envenenamiento masivo, hacia el suicidio colectivo. Este hombre es peor que uno de esos telepredicadores del PP que van por ahí diciendo que el cáncer se cura con la fe en el Altísimo. Sin duda, estamos a un paso de entrar de nuevo en la noche de los tiempos, en la Edad de Piedra y en la hechicería y el chamanismo como programa político. Gallardo Frings cree saber de todo, y hoy se marca una clase práctica sobre medicina de andar por casa y mañana nos echa otra lección magistral inventada sobre ecologismo o historia de España. Todo vale en el extraño y marciano mundo verde de la extrema derecha española.  

De momento, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ya ha respondido a las magufadas del vicepresidente castellanoleonés. “Negar la ciencia condena a España a un futuro negro”, advierte en un mensaje en su perfil de Twitter. A su vez, el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, critica la lección apresurada sobre dióxido de carbono que el político de Vox impartió entre los alumnos sin tener ni pajolera idea de nada. “Me sorprende que el vicepresidente de Castilla y León se haya permitido el lujo de ir a enseñar a los alumnos una asignatura que creo que no está preparado para impartirla”, asegura el ‘número dos’ del Ministerio para la Transición Ecológica en una entrevista en Al Rojo Vivo. “Quien debería estar sentado en el pupitre volviendo a clase para aprender debería haber sido el vicepresidente Gallardo”, ironiza.

Hasta donde sabe la ciencia, está más que demostrado científicamente que el CO2 es uno de los principales gases de efecto invernadero y es el que más preocupa a nivel internacional a la hora de garantizar la viabilidad de la vida en el planeta. No hay más que abrir los ojos y echar una ojeada a nuestro alrededor para entender que los efectos ya se están notando. “No es una cuestión de ver documentales para comprobar cómo se derrite el hielo en la Antártida. Se lo puede preguntar a cualquier agricultor, pescador, cualquier persona que va por la calle un mes de agosto”, recuerda Morán. Gallardo Frings lo ha vuelto a hacer. Lo más triste es que mientras él va soltando bulos, Castilla y León queda reducido a un secarral por los incendios y las altas temperaturas. Qué más le da a él, si solo va a estar cuatro años en la poltrona. “No compréis la mercancía averiada que algunos os quieren vender en un pack”, recomienda a los alumnos. Para pescado ideológico podrido el que quiere colocarnos él.

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