Sucede en la vuelta cuarenta y cinco o cuarenta y seis del Gran Premio de Bahrein 2023: Fernando Alonso pasa a su amigo y protegido Carlos Sainz y le quita el tercer cajón en el podio.
Viene de adelantar unas vueltas antes a Lewis Hamilton, quien hace lo posible y lo imposible para impedirlo, pero al final no puede con Alonso ni con su flamante Aston Martín. Naturalmente todos los seguidores incondicionales de Hamilton sufrieron al ver ese adelantamiento, tanto como lo disfrutaron los seguidores de Maravilla Alonso.
Pero el adelantamiento a Carlos Sainz fue otra cosa. Se fuera o no español. Se fuera o no más fan de Carlos Sainz hijo que de nadie en el mundo.
El propio Carlos cuando iban a adelantarlo dijo que no era inteligente luchar para impedirlo: para no quedar a tiro de Hamilton si degradaba demasiado los neumáticos.
Yo creo que hasta a los Sainz, tanto a Carlos Sainz hijo como a Carlos Sainz padre, les gustó en el fondo de su corazón ver a Alonso haciendo ese adelantamiento y pilotando un coche que parece un milagro.
Estuvieron a punto de tocarse, Carlos y Fernando, y eso sí que habría sido un horror y un desastre, pero finalmente no sucedió: los dioses de la biomecánica no lo permitieron. Y Fernando Alonso dejó atrás a Carlos Sainz y al final subió al podio. El mundo entero contento.
¿El mundo entero contento? No, por supuesto, estamos exagerando, desde luego. Y al igual que en la Galia en la época de la ocupación romana había un pueblecito -una aldea- que resistía al invasor, en la Fórmula 1 actual hay también un galo que seguro lo ha pasado fatal viendo a Alonso adelantar a Sainz y subiendo al podio. Se llama Esteban, el galo. Esteban Ocon a quien le llovieron las «haches» por todos lados: su flamante compañero de equipo, el también galo Pierre Gastly, le superó en todo. Le penalizaron tres veces con cinco segundos y acabó abandonando. Pobre
Ocon. Aunque confesamos que no nos llega a dar pena, nosotros también tenemos nuestro puntito de chicos duros y malos. Y además sabemos que si Alonso y Ocon tienen que luchar por posición en alguna carrera a lo largo de esta temporada el galo será peor que difícil, peor que malvado, será la locura cabreada, será la piel del diablo.
Es también un buen piloto: Esteban Ocon. Y de algún modo… sí, de algún modo, nos cae simpático.
Tigre Tigre
