La temperatura en Indian Wells es agradable: veintiún grados. Pero algunos espectadores están protegidos por paraguas… ¿a los que quizá habría que llamar sombrillas? Carlos Alcaraz antes de salir a pista se embadurna concienzudamente de crema protectora. No quiere quemarse. No quiere quemarse de ninguna manera en la pista.
No está dispuesto a perder el partido. Y sin embargo…
Y sin embargo su rival, Fabian Marozsan, hace un poco menos de diez meses, el 15 de mayo de 2023 le derrotó en el máster de Roma por 6-3 y 7- 6.
El jugador húngaro sale dispuesto a repetir su hazaña. Quien hace un cesto hace ciento. Quien gana a Alcaraz una vez puede ganarle otra.
Y así salta a la pista el jugador húngaro. El actual número 58 del mundo en el ranking ATP. El 58 contra el 2. Sin complejos.
Pero Carlos Alcaraz, el Muro del Palmar, tampoco tiene complejos de ningún tipo. Desde el principio obliga a Fabian Marozsan a sudar la camiseta para mantener su servicio. Y en verdad no le dura demasiado la confianza al húngaro. 4-3. Carlos Alcaraz ya le ha roto el servicio. Y a partir de ahí vemos a Carlos Alcaraz jugando un tenis excepcional y dando muestras de que ha preparado el encuentro a fondo, estudiado todos los tics y debilidades de su rival.
¿Vienes a por mí, Fabian? De acuerdo. Pues ¡VAMOS A VER QUIÉN ES AQUÍ LA LEY!
La ley.
Y la ley es Alcaraz. 6-3, 6-3.
Está siendo un espectáculo fabuloso este Open de Indian Wells. La derrota de Djokovic, como sufrió Medvedev contra Korda… Y dentro de un ratito, al menos para mí, empezará el partido que enfrentan al gran de Miñaur, el casi español y el hombre de moda, con Zverev.
Bang Bang. La ley.
Tigre Tigre
