Banco Santander, el único que deja sin subida salarial a su plantilla

El pasado 26 de octubre, Banco Santander anunciaba a bombo y platillo un beneficio atribuido de 7.316 millones de euros en los tres primeros trimestres del año.

Según Ana Patricia Botín, «hemos conseguido unos buenos resultados, con un aumento de los ingresos y una rentabilidad por encima del objetivo (RoTE del 13,6%), apoyados en un balance sólido. Seguimos centrados en acompañar a nuestros clientes y en transformar el negocio aumentando la conectividad del grupo y manteniendo una asignación eficiente del capital. Esto nos permitirá continuar mejorando la rentabilidad y el retorno a los accionistas. El entorno macroeconómico continuará siendo complicado, con Europa y Norteamérica adaptándose a niveles de inflación no vistos en décadas, pero nuestros equipos tienen gran experiencia gestionando con éxito situaciones de este tipo y tenemos confianza en que el aumento de los ingresos compensará el incremento de los costes y del riesgo».

Esos beneficios no llegan a los trabajadores del Santander. Esos 7.132 millones pusieron en marcha las calculadoras de los grandes accionistas. Sin embargo, la plantilla, los que realmente hacen posible que se obtengan esas ganancias, viven en una especie de dictadura en la que se les exige todo pero no reciben ni una mísera porción del pastel que se reparten los grandes fondos y bancos de Wall Street. Esos resultados no son consecuencia del trabajo de Ana Patricia Botín que, como dijo Rodrigo Echenique en la Audiencia Nacional, «está a sus cosas de presidenta». Esos beneficios son la consecuencia del trabajo abnegado de los empleados que, por el contrario, se hallan con unas condiciones laborales que dan miedo y que no son las esperadas por una marca como «Banco Santander».

Este año los trabajadores del Santander se han vuelto a llevar otro golpe por parte de la dirección del banco: cerca de un 60% de la plantilla no tendrá subida salarial a diferencia de lo que sí han hecho el resto de grandes bancos.

La plantilla del banco presidido por Ana Patricia Botín vive, desde que se inició el siglo XXI, un verdadero calvario. Los sanguinarios y dolorosos expedientes de regulación de empleo, las fusiones de Banesto y Banco Popular, las crisis económicas, el cierre de oficinas, la pandemia de Covid-19 y las actuales consecuencias de la guerra de Ucrania. Todo ello ha hecho, según se indica en una carta del sindicato UGT a la dirección del banco a la que Diario16 ha tenido acceso, «que la plantilla se encuentre totalmente presionada y desmotivada».

Con la inflación actual y la depauperación de los salarios los trabajadores del Santander esperaban un reconocimiento que debía llegar con una subida salarial.

«Con ese ánimo solicitamos a la AEB en marzo de 2022 la apertura del Observatorio de Convenio y, tras ello, la de la Mesa de Negociación. Y llegamos a un acuerdo: un 4,5% de subida salarial sobre SBN. Pero, a diferencia de lo que han hecho otras entidades bancarias de nuestro país (BBVA y Banco Sabadell, por ejemplo) habéis decidido [por la dirección del banco] aplicar íntegramente, y sin ninguna alternativa, la cláusula de compensación y absorción que os reconoce el artículo 26.5 del ET, y en menos de 24 horas comunicasteis a la plantilla, de una forma contundente, la intención de hacerlo», afirma la carta de UGT.

Esta decisión del Santander dejará sin subida salarial a más de la mitad de la plantilla, unos empleados que, con su trabajo, han hecho ganar al banco sólo en España 1.104 millones de euros, con un crecimiento del 99% respecto a meses y años anteriores.