Después de bucear un rato por las profundidades y encontrarme de cara con seres fantasmagóricos que viven en la oscuridad, necesito respirar, así que voy a producir un extra de endorfinas con una actividad que recomiendo a toda persona que me lea. Haz una lista con las mejores cosas que pasan en tu vida, llénate de ellas y aparca las chungas a un lado. Aquí unas cuántas de las mías:
Chocolate a la taza en una tarde de viento, tu piel tras una ducha nocturna, horchata mixta mediana con fartons caseros, el sol dándote en la cara, tus músculos sonriendo tras una sesión de la fisioterapeuta y tu espalda agradeciendo que la osteópata la devuelva a su lugar de origen. Escuchar a gente sabia que te aporta nuevos conocimientos o la música que te llena el alma. Cantar haciéndole los coros a alguien que ya no pisa la tierra. Despedida en la puerta del cole con un “te quiero mami” o besos de buenas noches llenos de dulzura. Entrar en el horno y saborear en tu cabeza el olor a pan recién hecho.
Tumbada en la arena escuchando el saludo de las olas, llorar a moco tendido la emoción que desencadenan las palabras escritas de un libro o las que inundan tus oídos con una canción. Vivir conciertos en directo.
Ese regustito que sientes tras bloquear en redes sociales a una persona que no se merece que pierdas tu preciado tiempo con ella.
Conocer a gente a la que admiras. Recibir una carta manuscrita de alguien muy especial que forma parte de la historia.
Sentir los apoyos de quien te quiere. Alguien te dice que ha pasado un rato de risas con lo que tú has escrito. Cajones ordenados, día de limpieza, sacar ropa que ya no uso del armario y darle una segunda vida. Regalar libros y juegos que quedaron convertidos en estatuas en estantes y que volverán a ser disfrutados por otros.
La llamada que no esperabas. Ese mensaje que te sorprende.El abrazo reparador. Su beso en la frente. Meterme en la cama con sábanas limpias. Sentir como sus latidos atraviesan mi tímpano y resuenan en mi alma.
“Vermouthito” con amigas al sol. Dibujos dedicados de mis hijas para una mamá que siguen viendo como una superwoman a pesar de los gritos y las prisas de las 8.00 h. Echo de menos pero aún siento el olor a incienso y el dopaje sin drogas de una clase de yoga. Reír a carcajadas hasta desanclar una articulación temporo-mandibular atascada por la rabia. La musa o el muso que te inundan tus sueños. Viejas amistades que vuelven a ser nuevas.
Qué mala costumbre la de quejarme de lo que veo cuando tendría que rellenarme de todo lo que siento para mandar a “hacer puñetas” lo que no te hace crecer.
Deberes para mañana: empezar el día pensando con qué cosas seguiré ampliando mi lista.
Como siempre muy acertada Mónica, seguiré tus consejos, Gracias por todo lo que nos haces sentir.
Gracias a tí.
Que mi compañera homeopata me de el remedio que con una simple gota me elimino una tos que llevaba un mes dándome la lata.
Me alegro haberte solucionado el problema, pero la verdad, no lo recuerdo, necesito mas datos pero no voy a faltar al secreto profesional haciendolo por aquí. Espero que te haya gustado el artículo;))
Genial !!!
Gracias Julia.
Un saludo.