En lugar de ser recluidos por largos períodos en un hospital, muchos pacientes con cáncer reciben la mayor parte de sus cuidados en casa. Esto porque facilita la recuperación en un ambiente familiar y porque, en muchos casos, es inviable la hospitalización durante todo el proceso de quimioterapia u otros tratamientos.

En consecuencia, los familiares que residen con ellos o cerca de ellos pueden tener que asumir una serie de actividades diarias, no médicas y médicas. Puede ser difícil cuidar a un familiar con cáncer. No obstante, es conveniente y genera confort para el paciente que se encuentre en su hogar y con sus seres queridos. Estas son algunas consideraciones que hay que tener en cuenta.

Tras los tratamientos

Los pacientes con cáncer pueden recibir quimioterapia intravenosa u oral. Es un tratamiento agresivo que acaba con las células cancerosas, pero tiene muchos efectos adversos. Otra terapia es la hipertermia que consiste en aplicar calor al paciente por encima de los 45 grados centígrados para acabar con las células malignas sin causar tantos efectos adversos.

Obviamente, el tratamiento lo determinará el oncólogo de acuerdo al tipo de cáncer y al grado de la enfermedad. Sin embargo, tras los procedimientos invasivos hay que tener una serie de cuidados en casa que abarca lo siguiente:

• Reposo absoluto en cama o en un sillón. Se puede emplear el tiempo en leer o ver una película.
• Se tienen que evitar las comidas muy picantes o condimentadas, sobre todo los enlatados, los alimentos muy procesados y las frituras o grasas.
• Como los medicamentos usados en quimioterapia pueden causar desórdenes del sistema digestivo, es mejor comer sano, balanceado, sin mucha fibra, pero tampoco una dieta carente de ellas.
• Los postres pesados y grasosos como algunas golosinas o helados deben evitarse. Lo mejor es comer pescados o pollos a la plancha, patatas al vapor y ensaladas ligeras. Mejor decantarse por las frutas y no por los dulces. El alcohol y las bebidas carbonatadas tampoco son recomendables.

Apoyo emocional

Los pacientes con cáncer pueden experimentar estrés, agobio y depresión. Desde el momento del diagnóstico, a los estudios, cuando se determina el esquema de tratamiento y durante el mismo, es habitual que se sientan aprensivos, aterrorizados, furiosos o deprimidos.

Además, las terapias contra el cáncer pueden dificultar la concentración o el recuerdo y los efectos secundarios incluyen el menoscabo de la capacidad y fuerza física.

Dependiendo de los medicamentos prescritos puede haber fatiga, mareos, vómitos, diarreas y todo esto puede acarrear dificultades para trabajar o llevar a cabo las tareas diarias habituales.

Esto, además de consecuencias físicas notorias como el rostro demacrado, pérdida de peso y cansancio, conlleva a las emociones y problemas mencionados.

Si se cuida a una persona con cáncer, se desempeña un papel crucial para ayudarla a superar mental y emocionalmente la enfermedad.

Es posible que requiera terapia con un psiquiatra o psicólogo o puede acudir a grupos de apoyo, pero en su entorno familiar es conveniente:

• Estar atentos a los cambios de humor o a los sentimientos manifestados por el ser querido.
• Hay que darle aliento y soporte y saber que necesita de los familiares y amigos en los momentos difíciles.
• Es posible que la persona con cáncer esté preocupada por el dinero. Bien sea por el coste de los tratamientos o porque no puede trabajar como es debido. Vale la pena recurrir a ideas de recursos que podrían ser de ayuda en estos casos.
• Conviene alentar al familiar o amigo con cáncer para que se una a un grupo de apoyo.

• Se puede pedir al oncólogo tratante una recomendación de estos grupos de apoyo o especialistas en psiquiatría o psicología que podrían ayudar.
• En la medida de lo posible, hay que ayudar al paciente para que haga una actividad que le agrade. Estar lo más activo posible ayudará a sanar física y mentalmente. Practicar algún deporte o hacer sesiones de hidroterapia (si no puede realizar esfuerzos) puede ayudar a que disminuya el riesgo de depresión.
• Hay que invitar a toda la familia a tener paciencia porque el ser querido vive una situación difícil y agobiante.