En medio de las crecientes tensiones entre palestinos e israelíes, el ministro de Seguridad de Israel, Itamar Ben Gvir, ha llevado a cabo una polémica visita a la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén durante la festividad del ayuno de la Tisha B’Av. El controvertido político de ultraderecha ha aprovechado la ocasión para reivindicar el «dominio» de Israel sobre este lugar sagrado, que ha generado una ola de críticas y denuncias por parte de la comunidad internacional.
En sus declaraciones durante la visita, Ben Gvir no solo hizo un llamamiento al control absoluto del Gobierno israelí sobre el sitio, conocido como el Monte del Templo para los judíos, sino que también abogó por la unidad entre los ciudadanos israelíes, independientemente de sus orientaciones políticas y religiosas. Sin embargo, sus palabras han sido interpretadas como una clara muestra de supremacismo judío, alimentando aún más las tensiones en una región ya de por sí volátil.
«Este es el lugar más importante para el pueblo de Israel, donde tenemos que volver y mostrar nuestro dominio. En este día, en este lugar, siempre es importante recordar: todos somos hermanos. De derechas, de izquierdas, religiosos, laicos», afirmó el ministro de Seguridad, tratando de justificar su visita a la zona disputada.
La Explanada de las Mezquitas es un lugar de gran importancia religiosa tanto para musulmanes como para judíos, y cualquier acción que sugiera un control exclusivo por parte de un grupo religioso o político puede desencadenar conflictos y protestas. Aunque la visita de Ben Gvir no provocó incidentes inmediatos, su historial de desplazarse a este sitio sagrado para promover la agenda de la ultraderecha israelí ha generado tensiones con países vecinos y ha sido fuertemente condenada por la Autoridad Palestina y Estados Unidos.
La presencia de políticos ultraderechistas en el gobierno israelí ha sido objeto de polémica, ya que sus posturas radicales y nacionalistas han alimentado las divisiones tanto dentro del país como en el escenario internacional. El gobierno de Netanyahu ha sido criticado repetidamente por su intransigencia en el conflicto con los palestinos y por su apoyo a políticas que favorecen la expansión de los asentamientos judíos en territorios ocupados, lo que dificulta aún más la posibilidad de una solución pacífica y duradera en la región.
La visita de Ben Gvir a la Explanada de las Mezquitas y sus declaraciones en defensa del dominio de Israel sobre el lugar reflejan una postura que no solo amenaza la estabilidad en la región, sino que también alimenta la percepción de un gobierno que respalda el supremacismo judío en detrimento de otras comunidades y creencias religiosas.
El sionismo es una identidad con el nazismo. Nacieron en la misma época y en los mismos territorios, centro-europa; en particular, en Alemania.
Lo judío es una cultura, tan europea como el cristianismo; solamente el integrismo cristiano produjo el exterminio de cualquier otra religión que no fuese la barbarie cristiana.
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