El primer juicio por crímenes de guerra cometidos desde el inicio de la invasión arranca este viernes en Kiev. El primero en ser juzgado es Vadim Shishimarin, un militar ruso de 21 años que actualmente se encuentra bajo custodia ucraniana y podría ser condenado a cadena perpetua.
Está acusado de la muerte de un civil de 62 años, asesinado a tiros el 28 de febrero en la región de Sumy. La columna de tanques a la que pertenecía el soldado estaba siendo atacada por soldados ucranianos y que él y otros cuatro soldados intentaron huir. Shishimarin disparó a un automóvil para escapar.
Luego, disparó contra el civil desarmado, que iba en bicicleta y hablaba por teléfono, tras haber recibido órdenes de «matarlo para que no los denunciara a los soldados ucranianos».