El Consejo de Gobierno del BCE ha resuelto mantener invariables sus tres tipos de interés oficiales, en una decisión que refleja un meticuloso balance entre la cautela y la necesidad de fomentar la estabilidad económica. A pesar de la reducción continua de la inflación, con proyecciones ajustadas a la baja para los próximos años —2,3% en 2024, descendiendo gradualmente hasta el 1,9% en 2026—, el entorno económico sigue presentando desafíos significativos.
El BCE se mantiene plano
La revisión a la baja de la inflación para 2024 se atribuye principalmente a una menor presión de los precios energéticos. No obstante, la inflación subyacente, excluyendo energía y alimentos, aún muestra proyecciones de un 2,6% en 2024, descendiendo lentamente hasta el 2,0% en 2026. Este panorama sugiere que, si bien los precios al consumidor comienzan a moderarse, persisten presiones internas, destacando el impacto del crecimiento salarial en la inflación subyacente.
La economía, por su parte, muestra signos de moderación con una proyección de crecimiento revisada a solo un 0,6% para 2024, aunque se espera una recuperación gradual hasta alcanzar el 1,6% en 2026. Este crecimiento estará inicialmente impulsado por el consumo y, posteriormente, por la inversión. La determinación del Consejo de Gobierno de asegurar un retorno a la meta de inflación del 2% a medio plazo queda clara, considerando los niveles actuales de tipos de interés como adecuados para alcanzar este objetivo, siempre que se mantengan el tiempo necesario.
Tipos de interés oficiales del BCE
El enfoque del Consejo de Gobierno seguirá siendo adaptativo, basando futuras decisiones en la evolución de la inflación y los datos económicos y financieros emergentes. Los tipos de interés de referencia se mantendrán en 4,50%, con la facilidad marginal de crédito y la facilidad de depósito en 4,75% y 4,00%, respectivamente.
En cuanto a las operaciones de política monetaria, el BCE continuará con la reducción mesurada del Programa de Compras de Activos (APP) y prevé finalizar las reinversiones del Programa de Compras de Emergencia frente a la Pandemia (PEPP) hacia finales de 2024. Este ajuste gradual refleja una estrategia de retirada cuidadosa y calculada de las medidas de estímulo extraordinarias adoptadas durante la crisis.
Operaciones de financiación
El Consejo evaluará cómo los reembolsos de las operaciones de financiación a largo plazo afectan la orientación de su política monetaria, demostrando su compromiso con una vigilancia constante sobre las condiciones de financiación y su impacto en la economía.
Esta postura refleja una combinación de prudencia y flexibilidad, preparando el terreno para ajustes futuros si la situación económica lo demanda. El Instrumento para la Protección de la Transmisión permanece listo para ser empleado en caso de necesidad, asegurando así que las políticas del BCE continúen facilitando eficazmente su mandato de estabilidad de precios. La determinación del Consejo de Gobierno de mantener un curso de acción equilibrado subraya su compromiso inquebrantable con el bienestar económico de la zona euro, mientras se navega por un panorama global incierto.
