Feijóo ha vuelto a pedir que no se vote a los independentistas, soltando el manido bulo de que 8.000 empresas se marcharon de Cataluña por culpa del procés. ¿Qué datos oficiales baraja? Mucho nos tememos que estamos ante otra fabulación del líder del PP. Es cierto que la caverna mediática ha repetido ese dato hasta la saciedad desde 2017, cuando se celebró el referéndum de autodeterminación. Pero ninguno de los medios afines a la derecha cita fuentes oficiales y suelen referirse a estudios realizados por consultorías o despachos que nadie conoce.
El bulo fue promovido por Carlos Carrizosa, aquel candidato de la extinta Ciudadanos, ya en 2021. En aquel momento la cifra que dio Carrizosa ya era engañosa, ya que aseguró que más 7.000 empresas habían causado baja para trasladarse a otros puntos del país, pero obvió (muy hábilmente) el dato de que otras 2.509 empresas hicieron el camino inverso, es decir, hacia Cataluña desde otros territorios del Estado español. “El cambio de sede no siempre se ha acabado produciendo a nivel efectivo y los datos del Directorio Central de Empresas muestran una tendencia creciente del tejido empresarial en Cataluña desde el 2014”, aseguraba en aquella ocasión Newtral, un medio especializado en desmontar bulos y falacias.
Carrizosa citó supuestos datos del Colegio de Registradores de España, que trimestralmente publica las cifras de los cambios de sede social de las empresas entre las comunidades de España. Pero desde entonces todo líder de la derecha que se precie ha sacado a pasear ese dato, mayormente en campaña electoral, y la cifra especulativa no ha hecho más que crecer. Se ha abierto la fiesta del bulo a cuenta de este tema. Unos dicen que la fuga asciende a 7.000 empresas, otros que se han marchado más de 8.000 compañías y los hay que cifran el éxodo en 10.000. Cada cual pone la cifra que se le viene a la cabeza y que más le conviene en ese momento. Y no hay límite. Hoy son ocho mil, mañana veinte mil, las empresas fugadas. ¿Qué impide poner un número todavía más alto como, por ejemplo, 50.000 empresas desertadas? Imaginación al poder.
En los últimos tiempos, a ese dato cogido con pinzas se han acogido Alejandro Fernández, candidato del PP, en un acto del New Economic Forum; Santi Rodríguez (PP) en el programa Cafè de Idees de RTVE; y hasta Meritxell Batet (PSC). Y el mantra ha calado. Lo cierto es que, a fecha de 17 de abril de este mismo año, 9.860 empresas habían trasladado la sede social de Cataluña a otras comunidades autónomas de España desde octubre del 2017, pero 4.627 habían hecho el camino inverso para asentarse en Cataluña. En total, el saldo sería de -5.233, según informa el portal Verificat. Además, según este medio “no se puede afirmar con rotundidad que la única causa de todos estos traslados haya sido el procés independentista”, un fenómeno que queda ya algo lejano en la historia.
La marcha más acelerada de sedes sociales se dio entre octubre y diciembre de 2017, inmediatamente después del referéndum y la declaración de independencia. 2.536 empresas afincadas en Cataluña movieron sus sedes sociales a otras comunidades autónomas. “El cambio de sede social acostumbra a implicar el traslado del personal de dirección, pero en el caso de los famosos traslados de 2017, no fue así en muchos casos. Tampoco implica una mudanza de los centros productivos ni de la mayor parte del personal”, explicó el Colegio de Registradores a Verificat.
Aun así, Oriol Llebot, catedrático de Derecho Mercantil de la Universitat de Girona, aseguró a Verificat, en el año 2021, que a pesar de la marcha de sedes sociales de Cataluña a partir del 2017 muchos centros de dirección permanecieron en tierras catalanas. Y apuntó que mayoritariamente fue una “fijación del domicilio estatutario, un cambio meramente nominal”, puesto que en muchos casos el centro de dirección y administración (el edificio) continuó estando en Cataluña. Estamos, por tanto, ante otra elucubración de la derecha española. La máquina de la mentira sigue funcionando a pleno rendimiento. Y más aún en campaña electoral.
Yo creo que son afirmaciones engañosas. Ante las afirmaciones de los medios y políticos de derechas, los ciudadanos entienden que miles de empresas de Cataluña, han despedido a sus empleados, han cerrado sus fábricas y se han llevado las máquinas a otra parte. Y eso es falso. Han cambiado de sede, que es un proceso meramente administrativo.