El presidente finlandés, Sauli Ninisto, informó ayer martes de la detección de una fuga, con la consecuente bajada de presión, que conllevó el cierre del gasoducto de Balticconector que une a Estonia con Finlandia y suministraba gas en la región.
El oleoducto de Balticoonnector sufrió una fuerte caída de presión a las 2 am, hora local del 8 de octubre.
Considera el presidente finlandés que se trata de un ataque, de un boicot deliberado y ha solicitado la intervención de la OTAN para la investigación de los hechos.
«Esta mañana se ha recibido la información de que la Guardia de Fronteras y la Guardia Costera han encontrado la fuga. La fuga se encuentra en la Zona Económica Exclusiva de Finlandia. Según una evaluación preliminar, los daños descubiertos no podrían haber sido causados por el uso normal de la tubería ni por fluctuaciones de presión. Es probable que los daños sean el resultado de una actividad externa», señaló el primer ministro de Finlandia, Petteri Orpo.
Desde Finlandia y Estonia se ha urgido a la OTAN para que lleve a cabo una investigación de los hechos, y por su parte, el Secretario General, Jens Stoltenberg, anunciaba su apoyo de manera inmediata.
La OTAN advierte de una «respuesta decidida»
El secretario general de la OTAN ha advertido hace escasos minutos de que, si se confirma que lo sucedido es un sabotaje, habrá «una respuesta decidida» por parte de la Alianza Atlántica.
«Lo importante ahora es establecer qué ha pasado y cómo puede haber pasado. Si se demuestra que se trata de un ataque deliberado a infraestructura crítica de la OTAN, entonces, por supuesto, se trata de una cuestión sería que recibirá una respuesta unida y decidida de la OTAN» ha anunciado el SG de la OTAN en Bruselas, donde los ministros de Defensa de los Estados miembro de la Alianza se han reunido para abordar las necesidades de Ucrania.
Oleoducto Balticconnector
El oleoducto Balticonnector establece la conexión entre Inkoo, en Finlandia, y Pladiski en Estonia, recorriendo 77 kilómetros a través del Golfo de Finlandia, una sección del Mar Báltico que se extiende hacia el este hasta alcanzar aguas rusas, terminando en el puerto de San Petersburgo.
Según Reuters, el gasoducto puede transportar hasta 7,2 millones de metros cúbicos de gas por día o 80 gigavatios hora por día.
Se inauguró en diciembre de 2019 para ayudar a integrar los mercados de gas en la región, brindando a Finlandia y las naciones bálticas de Estonia, Letonia y Lituania una mayor flexibilidad de suministro.
Puede transportar gas en cualquier dirección, dependiendo de dónde haya una mayor demanda.
Desde que Finlandia dejó de importar gas por el gasoducto desde Rusia el año pasado, tras la invasión de Ucrania por Moscú, el uso de este gasoducto se potenció suministrando así a la región.
Ante el cierre de este gasoducto, Finlandia recibe su gas principalmente de las importaciones de gas natural licuado de las nuevas terminales de Inkoo y Hamina; Estonia puede recibir gas a través de Letonia, que está conectada al sistema europeo de gasoductos más amplio y que alberga el sitio de almacenamiento de gas de la región, Incukalns, que actualmente está al 95% y almacena 21,48 tervatios hora. Estonia también tiene acceso al GNL a través de la terminal flotante de Klaipeda en Lituania.
Señala Reuters que la mayoría de los cargamentos de GNL que llegan a Klaipeda e Inkoo provienen de Estados Unidos, y también se reciben volúmenes más pequeños de Noruega y otros países, según demostraron los datos de LSEG.
