Miente Marchamalo, convencido de no hacerlo, cuando asegura ante el público numeroso que él –como Echenov– carece de imaginación. Hasta para sí mismo es Don Jesús Marchamalo un creador secreto.
No hay prácticamente una silla libre en la Alberti a pesar de que en ese mismo momento España está jugando contra Japón y Mad Madrid entero se halla mirando una pantalla de televisión. Se presenta VIDA, la primera biografía de JOSÉ HIERRO, publicada –de modo impecable y muy atractivo– por Nórdica. Es por eso que el editor de Nórdica, Diego Moreno, está a la derecha de Jesús Marchamalo, el autor, y a su izquierda, aún no ha llegado, se sentará Luis Alberto de Cuenca.
VIDA, como me pasó hace alrededor de un mes con LA LLAMA DE FOCEA de Lorenzo Silva, es a día de hoy el libro QUE MÁS ME APETECE LEER DEL MUNDO.
Y no exactamente por Hierro, la verdad, aunque me simpatiza e interesa y le he dedicado un relato en un libro aún inédito, sino porque el autor es Jesús Marchamalo, y a mí me encanta como escribe, con un estilo muy cercano al de Echenov (esto ya lo he contado muchas veces, la primera hace ya más de diez años) en sus mejores libros: Relámpagos, Ravel, Correr y Me voy. Consigue Marchamalo, al igual que el francés que también presume falsamente de no tener imaginación, una ligereza que encandila al lector, sea docto o iletrado, fanático de la ficción o de sesudos ensayos.
En los últimos años Marchamalo, junto a Antonio Santos (su ilustrador fetiche) y el afortunado editor Diego Moreno han dado al mundo libros brevísimos y maravillosos (los “marchamalines” los llama Luis Landero) con biografías sobre escritores celebérrimos, pero que son menos biografías que literatura pura (tampoco voy a caer en la simpleza de calificarlos de cuentos). Son algo magnífico. Y hay que leerlos. Y hay que tenerlos. Y hay que regalarlos, porque se acierta siempre: lo garantizo por completo.
Así que entiendo –espero, deseo– que el texto de Marchamalo en VIDA estará en la estela de DELIBES EN BICICLETA, EL BOLSO DE BLIXEN, KAFKA CON SOMBRERO, PESSOA, GAFAS Y PAJARITA, o cualquiera de los otros “marchamalines”.
Ya se lo he pedido a la editorial, y en cuanto lo tenga en las manos haré que se detenga el mundo para empezar a leerlo.
La presentación –añado– fue alucinante, espléndida, de las mejores y más inspiradoras que recuerdo. Todos estuvieron a la altura, pero aún más alto estuvo –GENIAL POR COMPLETO– Luis Alberto de Cuenca, quien conocía muy bien a José Hierro, e intuyo que le cuidó siempre lo mejor que pudo, hasta donde llegaban sus dedos.
España perdió contra Japón, pero quienes estábamos en la Librería Alberti ganamos un momento único y casi secreto.
(quizá haya un video en internet, vi a Lola Larumbe grabando con su teléfono. Por supuesto yo no voy a buscarlo, lo viví en directo, pero por si acaso al otro lado de la pantalla hay ahora algún descreído que quiere meter el dedo en la llega, dicho lo dejo).
Sucedió en la Librería Alberti el 1 de diciembre de 2022, a las siete de la tarde.
Me quito el sombrero.
Excelsior.
(Mecanografía: MDFM)
