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Juan Fernández Alarcón, psicólogo sanitario y ex presidente de la Asociación de Profesionales de Atención Temprana de la Región de Murcia (ATEMP)

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análisis

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Hoy he tenido el placer de entrevistar a Juan Fernández Alarcón, Psicólogo sanitariodesde el año 1990, ha trabajado, también,  en el Centro Municipal de Atención Temprana de Cieza (Murcia) desde el año 1992 y fue Presidente de la Asociación de Profesionales de Atención Temprana de la Región de Murcia (ATEMP) desde el año 2008 hasta 2017. Yo les pido a nuestros lectores que presten atención a este largo diálogo entre este profesional y yo, puesto que aquí se habla de una manera completa de un grave problema que es fruto del deterioro que va sufriendo nuestro sistema público y, por extensión, es algo que nos toca muy de cerca. Pero, y lo más importante, en este se os va a aportar una explicación bastante detallada de la importancia que tiene el servicio de Atención Temprana y las consecuencias que se pueden llegar a dar, y en algunos casos se está dando, en caso de no cuidar de este.

Francisco: En primer lugar, me gustaría que situáramos a nuestros lectores, así ¿qué es la Atención Temprana y cuáles son los problemas que atraviesa en la actualidad?

Juan: Bien, para responderte voy a seguir la definición del Libro Blanco de la Atención Temprana, que debería ser el referente para toda intervención en este ámbito, la atención temprana es conjunto de intervenciones, dirigidas a la población infantil de 0 a 6 años, a la familia y a su  entorno, que tienen por objetivo dar respuesta lo más pronto posible a las necesidades transitorias o permanentes que presentan los menores con trastornos en su desarrollo o que tienen el riesgo de padecerlos. Estas intervenciones que deben considerar la globalidad del niño, han de ser planificadas por un equipo de profesionales de orientación interdisciplinar o transdisciplinar. La atención Temprana es importante para el neurodesarrollo de los niños debido al concepto de plasticidad cerebral en el que se entiende que son los primeros 6 años de vida donde nuestro cerebro se desarrolla más rápidamente y se crean nuevas estructuras. La atención temprana incide y favorece con sus técnicas este desarrollo. Por eso se habla de la etapa de 0 a 6 años y se dice en la definición que sea lo más pronto posible, aquí el tiempo es más que oro. De cara a nuestros políticos, que son quienes dirigen la atención temprana deberían saber que lo que se invierte ahora en atención temprana repercute de forma positiva en el futuro de estos niños con el ahorro en terapia que supone, además del consabido trabajar para la sociedad que debería ser su función.

En cuanto a los problemas de estamos atravesando en estos momentos hay que destacar que en la Región de Murcia nos han impuestos una ley que regula esta atención temprana, digo impuesta porque se llegaron a realizar hasta 30 borradores de esta ley donde estábamos todos los agentes implicados y al final hubo un giro de guion y desde política social cambió y donde se buscaba consenso, al final compraron voluntades centrando esta ley en la gratuidad. Todas las familias que asistían a los centros que tenia copago, pidieron que se realizara gratuito pero no se garantizo la calidad sino la gratuidad. Desde diferentes colectivos (Asociación de Profesionales de Atención Temprana ATEMP, Plataforma en Defensa de la Atención Temprana, Centros Municipales de Atención Temprana, entre otros) se siguió luchando porque esto cambiara, pero al final, desde la Consejería se impuso el modelo actual apoyándose como decía en las Asociaciones que si tenían copago.

 Los problemas que nos encontramos son muchos y diversos, voy a intentar resumirlos sin que se pierda la esencia de lo que quiero decir, ya que a veces, si no se da un pequeño recorrido histórico, no queda claro. Aparece la Burocratización  el recorrido que actualmente tiene que hacer una familia para acceder a la Atención Tempana es largo y farragoso. Ante los signos de alarma de que un niño tenga o pueda tener una dificultad, se deriva el caso al pediatra, quien debe hacer un informe para que la familia lo presenta ante la Consejería de Política social en el departamento del IMAS (bien por ventanilla única o bien por sede electrónica), desde allí, inician expediente y lo derivan a Educación para que sea valorado por un Equipo de Orientación Educativa (EOEPS), quien contacta con la familia y valoran al niño decidiendo si necesita o no atención temprana y en caso positivo cuantas sesiones y qué tipo de intervención. El resultado lo devuelven otra vez al IMAS quien resuelve el expediente y envía a la familia el comunicado con las sesiones,  tipo de intervención y a que centro debe dirigirse.  Si pasa más de 40 días sin resolución, la petición es denegada por silencio administrativo y la familia se queda sin Atención Temprana, debiendo volver a plantear lo que por ley convenga para reactivar el caso. Todo un curso de derecho administrativo, cuando antes de la ley, la familia llamaba al Centro y se le daba tratamiento sin más requisito que la dificultad del niño.

Perdida de inmediatez: en Atención Temprana, el concepto del tiempo es oro va implícito en la definición. Con la actual ley, los plazos desde que se detecta una señal de alarma hasta que el niño recibe el primer tratamiento son excesivamente largos, teniendo conocimiento de familias que esperan hasta 3 meses sin resolución, antes de la ley dábamos respuesta desde el momento en que llamaban y el niño y la familia se atendía en la primera semana.

Aumento de angustia en los padres: ya es doloroso para la familia que le digan que su hijo tiene problemas como para que en ese momento en que tendría que estar acompañado por profesionales para realizar el duelo del hijo con problemas tener que estar deambulando de un despacho a otro para realizar el proceso de petición de valoración de la atención temprana, todo este tiempo sin respuesta. 

Desconocimiento del idioma: es una realidad el aumento de niños en Atención temprana de familias migrantes que desconocen el idioma, este proceso, en vez de ayudar a la gestión lo que conlleva es que esta familia no comprenda nada de lo que debe hacer, se pierden en el camino, no hay nadie que les acompañen y los niños se quedan sin Atención Temprana o llegan más tarde.

Familias con pocos recursos de conocimiento de la Administración: antes de la Ley, tenían un referente de qué hacer cuando había dificultades en el desarrollo, solo debían acudir al Centro y se les daba tratamiento. Ahora estas familias con escasos conocimientos o analfabetos digitales, no saben moverse en la administración electrónica o se pierden en ventanillas. Son familias que además puede que no comprendan la necesidad de llevar a sus hijos a atención Temprana por lo que si no se les allana el camino, puede que desistan en llevarlos.

Diferentes equipos de valoración/intervención: la valoración  en atención temprana es un proceso que va unido a la intervención, se valora e interviene a la vez y es un proceso que dura todo el tiempo de la intervención, por eso, no entendemos la aparición de los equipos de valoración de atención temprana de educación, ya que en una sesión deben decidir si el niño y la familia necesita atención temprana, cuantas sesiones, que tipo de tratamiento y además realizar las valoraciones anuales para comprobar que se esté haciendo bien las terapias. Las revisiones de los niños de Atención Temprana también las hacen ellos. La división entre valoración e intervención no cabe en el proceso de atención temprana.

La intervención en los CDIAT se relega a que no se le dé intervención en colegios o este sea insuficiente: han equiparado los apoyos escolares yal maestro de audición y lenguaje a los terapeutas de atención temprana, de tal modo que se condiciona que si reciben tratamiento de pedagogía terapéutica, fisioterapia o audición y lenguaje en el colegio, no recibirán atención temprana o esta será hasta completar tratamiento, antes de la ley estos tratamientos eran complementarios, ahora son excluyentes. Lo que en un futuro podría conllevar o la desaparición de la atención temprana o la privatización de los apoyos educativos hasta los 6 años.

Diferencias entres CDIAT MUNICIPALES/PRIVADOS ONG: hasta la entrada en vigor de la ley, había dos tipos de centros según titularidad, los municipales, donde el servicio era gratuito para la familia y los privados/asociaciones en los que existía el copago. Con la ley se intento que todos fueran gratuitos y se ha conseguido, pero mientras los centros privados/asociaciones ante nuevas demandas pueden contratar a nuevos trabajadores de forma inmediata aumentando así su plantilla, y dar respuesta a la demanda, en los públicos, por sus propias leyes de funcionamiento, esto es más lento, no se puede contratar a nuevo personal si no está en presupuesto y nuestras plazas son más limitadas, la familia decide irse a otro centro o la administración no deriva a los municipales.

En definitiva, esta ley que si ha traído gratuidad para los que estaban en Centros privados,  ha hecho desaparecer la calidad en la atención temprana, relegando estos centros a meros ejecutores de  terapia. Para las familias que estaban en centros municipales, la ley no ha supuesto más que problemas y trabas ya que era gratuito desde el  principio. Se ha perdido una gran oportunidad para que nuestros políticos hubieran creado una red pública de CDIAT regional con los mismos criterios para todos.

Francisco: Hemos oído que en Valencia se llevan convocando varias huelgas por parte de trabajadores de Atención Temprana en contra de las instrucciones de la Doncellería? ¿Qué es lo que está ocurriendo?, ¿cómo es en Murcia la relación con la administración?, ¿se están dando problemas similares?

Juan: Sí, soy conocedor de lo que ocurre en la Comunidad Valenciana, los profesionales y las familias tienen todo mi apoyo, he hablado con varios compañeros y la verdad es que desde el punto de vista profesional es inadmisible e incomprensible lo que la Administración autonómica quiere hacer, sus problemas, parecidos a los nuestros van desde no atender a la calidad, hasta imponer una línea de intervención pasando por limitar las sesiones  a una  y unas grandes listas de espera. La verdad es que es patético que el futuro educativo de los valencianos o de los murcianos este en manos de políticos mal asesorados que hacen mucho daño a nuestros pequeños.

En cuanto a la relación con la administración en la Región de Murcia, es difícil de definir. Por una parte, tuvimos que realizar hasta 30 borradores de la actual ley para al final imponer la que ellos quisieron, con los baremos que ellos quisieron. Nuestros políticos se basaron en la idea de la gratuidad que iban a plantear para que los apoyaran las asociaciones de padres que tenían que realizar copago y la estrategia les funcionó, consiguieron finalmente ese apoyo y nos dejaron a los profesionales con nuestras reivindicaciones de calidad en el servicio. Es lo que seguimos demandando, una Atención Temprana de Calidad, no vale cualquier cosa y si quieren hacer otra cosa, que le llamen de otra manera, pero no atención temprana. Decía que es una relación difícil ya que desde al menos el equipo de educación que corresponde al área donde yo trabajo me consta un esfuerzo grande entre profesionales de valoración y CDIAT para que todo vaya bien y rápido, pero muchos expedientes se atascan, no llegan, se pierden, con el consiguiente perjuicio para ese niño y su familia y me consta que no es por los equipos de educación.

Se está llevando a cabo la comisión técnica de atención temprana para desarrollar algunos aspectos de la ley, pero esta es lenta, no acompaña a la celeridad que se precisa para dar respuesta a lo que se plantea. Llevamos un año y medio de la ley y aun no está implementada al 100%, no sé si es mucho o poco tiempo, pero hay muchas deficiencias. Nuestros políticos dejaron de hacernos caso en el momento en que aprobaron/impusieron su ley.

En definitiva los problemas ahora son mas de desarrollo de la ley, aunque no estemos de acuerdo con ella, los profesionales nos quedamos reivindicando la calidad, el no todo vale, pasando de ser Murcia un referente nacional en atención temprana a darnos vergüenza la ley que han sacado.

En la actualidad nuestros problemas van más encaminados a un tapón en la resolución de los expedientes por parte del IMAS, no tanto por la respuesta de los equipos de orientación que responden, al menos en mi zona,  con inmediatez a la demanda, pero desde ahí hasta la resolución final de asignación de Centro e inicio de tratamiento pasa mucho tiempo, hasta 2 meses.

Francisco: Hay neonatólogos y pediatras que piden que los centros de atención temprana los gestione salud y no un servicio social, puesto que así habría menos caos y desigualdad ¿qué piensa al respecto?

Juan: En cuanto a que sea Sanidad quien nos gestiones, creo que la atención temprana debería ser un derecho universal regido por una ley estatal que acabare con las diferencias entre comunidades y los 17 reinos de taifas que tenemos en la actualidad, donde en unas comunidades son de sanidad, otras de educación, otras de política social.  Creo firmemente en que debería ser sanidad quien dirigiese esta intervención por estar más próxima a ellos que a educación o política social, siendo transversal la  ya que somos se entiende al niño y la familia desde la perspectiva bio-psico-social.

Francisco: ¿Qué se logra realizar en Atención Temprana con atender a los niños?, ¿qué ocurre con la demora en la lista de espera?

Juan: Sobre la existencia de listas de espera desde el momento en que son los pediatrías quienes derivan, no podemos hacer un seguimiento de los casos, algunos si los conocemos y sabemos que en ocasiones su resolución tarda mucho en llegar, van más ralentizados, pero para hablar de lista de espera deben tener dictaminada la necesidad de atención temprana, y como eso lo da la administración, serian ellos quienes lo deberían decir, cosa que entiendo que no hagan. No sabemos en la actualidad cuantas familias han solicitado y cuantas les han concedido. Listas de espera no hay porque no estarán resueltos los expedientes.

Francisco: Por último, ¿Alguna petición para nuestros lectores?

Juan: Nosotros, los profesionales seguimos luchando y reivindicando en todos los estamentos una ley de atención temprana que sea gratuita, universal y de calidad, no impuesta por el gobierno y sus allegados, sino que contemple la realidad de la situación, tanto la actual como la futura. Habrá muchas familias que dentro de poco no sepan que existió una atención temprana de calidad. Por último con esta entrevista no quiero que ningún compañero se sienta diana de mis palabras, no pretendo que vaya contra quienes trabajamos en atención temprana pero sí que los políticos se replanteen que están haciendo, que no son bienes materiales con lo que intervienen y que sus decisiones van directamente al bienestar del niño y su familia. Creo que nos merecemos una ley mejor.

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