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La familia tradicional es como la Mafia, o acatas o estás jodido

Isabel Bailo Domínguez
Isabel Bailo Domínguez
Profesora de educación infantil, técnica fitosanitaria cualificada, técnica medioambiental y forestal, madre a tiempo completo, actualmente estudiante de grado de historia y Rebelde con causa.
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análisis

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El «ideal» de concepto de  familia que nos han inculcado desde siempre es el «clásico»,  que su significado literal es: primeramente, en tradición clasicista, «digno de imitación», perteneciente a una clase, particularmente a una clase superior respecto de otra inferior.

Empezamos bien… mondie!!!

De toda la vida nos han dicho que se compone de una madre, un padre y vástagos.

Se da por hecho también, que aquello de  <<ser sangre de tu sangre>>, te otorga un privilegio añadido: que hagas lo que hagas tienes la absolución, (el perdón divino como si del mismo Papa se tratara).

Da igual que seas un botarate, un cagalindes,  un fanfosquero, un hipócrita o un cretino, no importa, se te concederá la bula, eso sí, siempre y cuando, te comportes, actúes y hagas todo lo que te digan y de la manera adecuada a los principios de la susodicha tradiciónal/familia.

Sino cumples con alguno de los cánones establecidos y además no eres sangre de su sangre…

Hay amig@!!, entonces date por perdido, entérate, que vivirás siempre en la cuerda floja, es decir, tienes altas probabilidades de que en algún momento te den la patada y te quedes más sol@ que la una.

Por eso al comparar  la Familia con la Mafia también se obtienen muchas coincidencias,

ya que en las dos la obediencia y no salirse de las reglas impuestas, es lo que determina tu supervivencia dentro de la misma.

Pues bien, que le den a la familia tradicional.

Ante todo somos personas, con gustos,deseos, aficiones y pensamientos propios.

En la actualidad existe una gran diversidad de familias,

hay tipos de familias, biparentales sin hijos, familias biparentales con hijos, familias homoparentales, familias reconstituidas, familias monoparentales, familias de acogida, familias adoptivas y familias extensas.

Este desdoblamiento del concepto de familia, además de caminar cada vez más hacia la inclusividad, nos indica que la estructura familiar no es un factor determinante para decidir si una familia es funcional o válida.

Poco o nada tiene que ver la forma que tenga una familia con su buen funcionamiento: lo más importante son factores como la harmonía, el cuidado y ayuda mutuos, el amor, el respeto y la unión.

Es evidente que las familias han cambiado aunque, quizá, la aceptación social no las ha acompañado al mismo ritmo.

Son muchos los estudios que ponen de relieve que estas familias se encuentran con el rechazo de la sociedad en que viven, (empezando por la suya propia biológicamente hablando),

dado que la población tiende a quedarse estancada en sus valores y creencias clasistas de toda la vida.

Los prejuicios y estereotipos, generan frases que no deberíamos tener que escuchar ya en pleno siglo XXI , ejemplos:

 “cómo vas a ser madre tú sola, no se puede”,

 “los hijos de gays serán gays seguro”,

 “el novio de tu ex manipulará a tu hijo”, 

“pero si no tenéis hijos, ¡cómo vais a ser una familia!”.

En fin, otra de las características de la familia «clásica» es tener que omitir los problemas ante los demás, todo debe guardarse de puertas para adentro .

Chssssss!!!… Chitón, que la gente no se de cuenta que somos humanos y tenemos derecho a equivocarnos, hay que mantener  siempre que somos la mejor y más tradicional  Happy-Family del mundo mundial.

Esto también se parece a la ley del silencio que existe en todas las mafias, hasta existe un término o código de conducta mafioso para denominarla; «Omertá».

Así que recordando las palabras que dijo Don Vito Corleone en el Padrino; «Nunca vuelvas a decir lo que piensas a alguien que no sea de la Familia»

Pues va ser que si, que lo digo y bien claro: que le den al clasismo grecorromano de la  iglesia y a su concepto erróneo y caduco de FAMILIA, lo mejor es ir creando la nuestra, a nuestra manera de ser, de pensar, despacito, sin prisas, pero verdadera.

Y el que quiera estar… que se incline y nos bese la mano a modo de respeto, (como en la mafia). Esto último es coña. 

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