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Los barones niegan que haya un ultimátum a Sánchez tras los malos resultados en las elecciones autonómicas

El presidente del Gobierno pide al partido más ecologismo y anuncia sanciones contra los bancos que repercutan sobre los clientes las medidas anticrisis

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análisis

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Pedro Sánchez ha llegado al Comité Federal con la idea de darle un nuevo impulso al PSOE en la recta final de la legislatura. Con el PP subiendo en las encuestas (supuestamente por el efecto Feijóo) y con el Gobierno de coalición en el alambre a causa de la crisis económica por la pandemia y la guerra en Ucrania, el presidente del Gobierno ha planteado esta reunión en torno a dos pilares o ejes principales: afianzar el control de Moncloa sobre Ferraz para acometer las medidas que cree necesarias; y reforzar la alianza con los partidos minoritarios, sus socios de Gobierno, un bloque algo maltrecho tras los últimos avatares políticos ocurridos en el país.

En el Comité Federal, de carácter urgente y extraordinario, se van a ratificar los nuevos nombramientos en la cúpula socialista. Sánchez ha situado a varias ministras de confianza en puestos relevantes de la Ejecutiva para dar un impulso al partido de cara al nuevo ciclo electoral y lograr remontar frente al PP. No parece que esa estrategia pueda acarrearle ningún problema al presidente del Gobierno. Todo el mundo en el partido parece dispuesto a acatar, sin rechistar, la idea de que Ferraz tiene que ponerse, en todo y para lo que haga falta, a las órdenes de Moncloa. Se supone que de esta manera, fagocitado el partido por el poder monclovita, se encarará en las mejores condiciones posibles el duro desafío de las próximas elecciones generales a la vuelta de la esquina que, hoy por hoy, según todas las encuestas, ganaría el bloque de las derechas.

Cuestión distinta es la alianza con Unidas Podemos y los polémicos acuerdos con Esquerra Republicana, Bildu y el resto de formaciones nacionalistas o periféricas. En ese terreno, algunos barones socialistas ya han mostrado su disconformidad con la estrategia de Sánchez. Así, el presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha asegurado hoy, a las puertas de Ferraz, que no acude a la reunión del Comité Federal del PSOE a hablar de pactos con algunos socios, como puede ser Bildu, aunque ha añadido que le “duele” que a algunos incluso los puedan llamar socios.

Emiliano García-Page. Foto: Agustín Millán.

“Yo llamo socio al que le puedo dejar la llave de mi piso cuando me voy de vacaciones y a ver cuánto te encuentras ahí”, ha agregado Page en declaraciones a los medios de comunicación a su llegada al Comité Federal, informa Europa Press. El barón socialista de Castilla-La Mancha ha sido uno de los más críticos con los pactos alcanzados entre el Gobierno de Pedro Sánchez y Bildu, concretamente con el acuerdo para la Ley de Memoria Democrática. Con todo, Page ha descartado plantear esta reunión, que aprobará los nuevos cambios, como un “ultimátum” al presidente del Gobierno, proclamando que el PSOE “tiene una fuerza inmensa en el ámbito local y autonómico”. En parecidos términos se pronuncian otros líderes territoriales del PSOE, a los que les produce urticaria cualquier tipo de acercamiento a los nacionalistas. No lo dicen en público, pero muestran su disconformidad, airadamente, en petit comité.

Nadie puede negar que hay tensión en el partido. Las encuestas son preocupantes, los resultados de las últimas regionales en Madrid, Castilla y León y Andalucía no hacen presagiar nada bueno para la izquierda y Feijóo ya ejerce como presidente in pectore proponiendo, por allá por donde pasa, planes económicos urgentes para sacar al país de la crisis galopante, de la inflación y de la más que posible recesión que se avecina. Así las cosas, y para blindarse ante posibles movimientos en contra, disidencias internas o incluso conjuras intempestivas (ya sufrió una que lo descabalgó de la Secretaría General del PSOE) Sánchez ha designado a la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, como ‘número dos’ del partido en sustitución de Adriana Lastra; y a la titular de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría, como portavoz de la Ejecutiva Federal que hasta ahora ocupaba Felipe Sicilia. Además, el diputado y exlehendakari, Patxi López, será el nuevo portavoz parlamentario en el Congreso de los Diputados, cargo que desempeñaba hasta ahora el diputado canario Héctor Gómez.

De este modo, Sánchez enmienda parte de los cambios que acometió en el partido hace menos de un año, que fueron ratificados en el 40 Congreso del PSOE celebrado en Valencia a mediados del pasado mes de octubre. Allí nombró portavoz de la Ejecutiva a Sicilia, que ha estado apenas nueve meses en el cargo. Lo mismo ocurre con Héctor Gómez –elegido por Sánchez el 1 de septiembre de 2021 con el inicio del curso político– que sale de la dirección menos de un año después de su designación. Cambios tácticos que sin duda revelan cierto nerviosismo en Moncloa y la sensación de que el PSOE no termina de dar con la tecla para remontar el vuelo en lo que queda de mandato. Ya ni siquiera se puede contar con el mago o gurú Iván Redondo, también defenestrado en una de las tantas crisis de Gobierno.

Con estos cambios de última hora en la dirección del PSOE, Sánchez sitúa en Ferraz a varios colaboradores de confianza que ya formaban parte del Gobierno y conforma un núcleo duro para intentar que la acción y el mensaje del Ejecutivo y del partido sigan la misma línea y estén lo más coordinados posibles. De este modo, Sánchez sigue dando más poder a perfiles que en el pasado reciente pertenecían a otros sectores del PSOE. Conviene recordar que Alegría fue la portavoz de Susana Díaz en las primarias de 2017, que finalmente ganó Sánchez contra todo pronóstico y con el aparato del partido en contra. Protegerse y arroparse con los fieles, pero también con los no acólitos para tenerlos cerca y controlados. Quedar bien con las familias disidentes para recoser el partido en momentos de tensión. Esa parece ser la estrategia del presidente, que quizá se antoja una jugada a todo o nada.

Durante la reunión del Comité, el presidente Sánchez ha anunciado que los socios de la coalición presentarán la semana que viene una proposición de ley en el Congreso de los Diputados para prohibir que los bancos y las empresas energéticas trasladen a los clientes los nuevos impuestos anunciados en el Debate sobre el estado de la Nación. Además, ha trasladado a la nueva dirección del partido que desde este momento es una prioridad ganar las próximas elecciones municipales y autonómicas que se van a celebrar en la primavera de 2023, y les ha pedido meter una marcha más.

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