Los Estados Miembro de la UE acuerdan retrasar la entrada en vigor de la normativa sobre las emisiones de vehículos de gasolina y diésel, «Euro7», que preveía su puesta en marcha en 2025. Se ha acordado por parte de los ministros de Industria de la UE que la aplicación de la norma se posponga, de momento, en 2027.
La mayoría cualificada ha aprobado en el Consejo de ministros de Competitividad celebrado ayer en Bruselas la introducción de nuevos límites de partículas para frenos y neumáticos en la norma europea que nació en 1992 con el objetivo de mitigar las emisiones de CO2 de los vehículos.
La propuesta de la Comisión Europea tendrá que esperar
La propuesta de la Comisión Europea planteaba medidas más ambiciosas ante la reducción de emisiones, y entre ellas, la fecha de aplicación de la normativa. Sin embargo, Alemania ya comenzó dando la voz de alerta hace unos meses y tras ella, han sido Italia, Francia, República Checa, Hungría, Polonia y Eslovaquia las que han tirado del «freno de mano» para replantear las medidas.
Este bloque de Estados miembro han apoyado las propuestas marcadas por la Asociación de Fabricantes Automovilísticos Europeos (ACEA), que advirtió de que las normas que pretendía aplicar la Comisión supondrían gastos para ellas inasumibles.
Compromiso «cuidadosamente equilibrado»
El ministro de España, al frente de la cartera de Industria, Comercio y Turismo, ha considerado que este acuerdo alcanzado ayer tiene un «compromiso cuidadosamente equilibrado» entre el medio ambiente, la salud pública y los intereses de la industria del automóvil.
«Nuestra posición quiere continuar el camino de liderar la movilidad del futuro y adoptar niveles de emisiones realistas para los vehículos de la próxima década, al mismo tiempo que ayudamos a nuestra industria a dar el salto definitivo hacia coches no contaminantes en 2015″ ha subrayado nuestro ministro.
Medidas acordadas por el Consejo de ministros
Las medidas acordadas ayer, entre otras, fijan la modificación de los límites de emisiones para turismos y furgonetas en relación con la abrasión de neumáticos, frenos y baterías. La entrada en vigor de Euro7 se retrasará hasta 2027 mientras se materializará en la práctica para vehículos pesados en 2029.
De acuerdo con la ACEA, la normativa Euro7 podría costarle a la industria hasta diez veces más que lo estimado por la Comisión Europea. Mientras que el Ejecutivo de la UE consideraba que el monto ascendería a 184 euros por automóvil, desde Frontier Economics se eleva la cantidad a 1.862 euros.
Innecesaria y contraproducente
«No creo que Europa necesite la Euro7. Va a desviar parte de nuestro poder de I+D, algo que no necesitamos, mientras que nuestros competidores chinos ingresan al mercado únicamente con coches eléctricos a baterías. ¿Por qué estamos usando nuestros recursos en una tecnología que queremos prohibir? No es de sentido común», ha denunciado hace meses Carlos Tavares, el CEO del grupo Stellantis.
Una vergüenza todo esto del ecologismo supuestamente «científico». Ya me diréis qué hacemos con las baterías de aquí a unos años. Lo único que se busca es control, vender coches a pesar de que los anteriores todavía tienen vida útil y ahogar a los pobres, como siempre.