“Los europeos carecían de mascarillas y otros productos de protección, en parte. porque habían exportado una gran cantidad a China semanas antes”, así de contundente se muestra el informe del think tank ECFR al valorar la situación de Europa ante la pandemia. El análisis deja constancia también de cómo se abusó, en los momentos de mayor expansión del virus en Italia y España, de ambos países cuando éstos, de forma solidaria, habían enviado material protector al Gobierno chino antes de saber la que se les venía encima.
De hecho, luego China hizo un gran negocio vendiendo material protector a Europa frente al coronavirus cuando el virus ya estaba extendido por todo el viejo continente.
En el informe del European Council On Foreign Relations se pone también de manifiesto que el coronavirus afectó a los estados miembros de la UE de diferentes maneras y en diferentes grados, pero que “casi todos descubrieron que su salud pública dependía, más de lo que entendían, de bienes o servicios de terceros países. Esta dependencia minó la capacidad de Europa para responder de manera autónoma”.
Lentos en actuar
Destacan también que los organismos de la UE que coordinaron la respuesta y proporcionan un sistema de alerta temprana fueron lentos en actuar y las solicitudes de ayuda de los estados miembros de la UE no fueron atendidas, creando sentimientos de abandono entre los países más afectados. Como ocurrió con Italia y España.
Europa, para este grupo de expertos, “debe mejorar sus sistemas de alerta temprana, la resistencia de la cadena de suministro, la investigación y el desarrollo médicos, y la seguridad cibernética y la tecnología, para actuar decisivamente en futuras emergencias de salud pública”.
Europa puede construir una mayor seguridad de la salud creando acciones estratégicas comunes, diversificando y volviendo a crear cadenas de suministro, fortaleciendo la protección de la inversión en empresas innovadoras, invirtiendo en I + D y coordinando esfuerzos en foros multilaterales.
