Los trabajadores del Santander deberían tener una subida salarial de más del 15%

Banco Santander ha obtenido unos beneficios de 11.076 millones de euros en el año 2023, lo que supone un incremento del 15% respecto al ejercicio anterior. Estos datos tan positivos obligan a la entidad presidida por Ana Patricia Botín a reflejar esos incrementos en los salarios base de su plantilla.

Ninguna empresa del mundo consigue sus beneficios por arte de magia, sino que son el resultado del trabajo diario de los empleados. Ana Patricia Botín afirmó en una entrevista con el periodista James Harding, exdirector de BBC News y fundador del portal de noticias Tortoise, «lo primero es dar las gracias a todo el equipo de Santander que ha hecho un trabajo excepcional».

Sin embargo, los trabajadores del Santander están desmoralizados por el supuesto maltrato que sufre por parte de la dirección del banco. Al final, los beneficios récord que ha logrado la entidad después de la pandemia sólo tienen un impacto real y directo en los grandes accionistas y en los salarios de los altos ejecutivos.

Mientras esto sucede, la plantilla ve cómo se incrementa la presión, se les ponen objetivos inalcanzables que generan la sospecha de que son así para evitar el pago de variables. Pero sus sueldos no suben en la misma proporción que lo hacen los beneficios.

Los resultados del Santander no han sorprendido a la plantilla porque «se han dejado la piel en la consecución de estos magníficos resultados en un clima de enorme tensión y presiones comerciales de puertas para dentro, que nada tienen que ver con la imagen que proyecta nuestra empresa de puertas para fuera. Más chocante es esta realidad Santander en el contexto de otras empresas del IBEX 35 cuyos altos directivos ven de otra la relación de la empresa de futuro con sus empleados», denuncia el sindicato UGT.

En ese encuentro, los altos directivos de otras grandes empresas españolas coincidieron en la necesidad de un trabajo conjunto entre el trabajador, el empresario y los sindicatos. Un modelo de dirección con menos jerarquía y con más cercanía, modelos «líquidos» y no rígidos, horizontales y transparentes.

La unanimidad de criterios también se dio al referirse a la clara apuesta por la creación de nuevos planes de carrera, de flexibilidad y adaptabilidad laboral, de formación bien focalizada y acorde con la realidad, de un nuevo mundo laboral ágil y atractivo en el que importan unas buenas remuneraciones y un clima de trabajo adecuado con ventajas laborales relacionadas con la conciliación, flexibilidad, teletrabajo.

Sin embargo, según denuncian los trabajadores, Banco Santander se ha convertido en Mordor. Los planteamientos de los altos directivos del IBEX son las mismas que llevan reclamando los representantes de los trabajadores del Santander, tal y como señala UGT: «subidas salariales reales y otras medidas de mejoras económicas absolutamente necesarias, planes de carrera sólidos, claridad y coherencia en objetivos mesurados, retribución variable y evaluaciones equilibradas, una desescalada en la enorme tensión laboral y un cambio rotundo en las formas de dirección y gestión que cada vez más se perciben como arcaicas en comparación con otras grandes empresas de su propio entorno».

Los trabajadores del Santander tendrían que recibir el mismo porcentaje de incremento salarial que el de sus beneficios, es decir, más de un 15%. Es de justicia que así sea porque los que logran los resultados son los trabajadores, no los altos directivos.