lunes, 29abril, 2024
13.1 C
Seville

Me duele Francia

Antoine Candelas
Antoine Candelas
Francés, maestro de escuela jubilado y cantautor.
- Publicidad -

análisis

- Publicidad -

Francia, el país donde nací en medio de la segunda guerra mundial,
porque mis padres republicanos españoles habían tenido que cruzar los
Pirineos huyendo de la represión franquista.

Francia, el país en cuya escuela pública, gratuita, obligatoria y laica,
pudo estudiar el hijo de unos emigrantes pobres, y ascender algún peldaño en
la escala social porque justamente ésta era la misión de la escuela de la
República francesa.


La Francia en la que viví hasta que el destino con rostro de mujer me
trajo a la patria de mis padres allá por el año 1986.
Hasta entonces, esta Francia tenía uno de los más avanzados estados
de bienestar del mundo, lo que no impedía que de cuanto en cuanto alguna
revuelta popular la sacudiera, algo que parece estar en el ADN del país de la
Revolución Francesa y de los derechos del hombre.


Esta República laica, orgullosa de serlo, exhibiendo incluso cierto grado
de chovinismo, orgullosa de su historia, de su bandera, de su himno, de las tres
palabras que lucen en todos sus edificios públicos, esta República, digo, tenía
una industria y una agricultura envidiables con un poderoso sindicalismo, una
proyección internacional consolidada, unos servicios públicos potentes y
eficientes, y si alguien echaba al buzón de correos una carta para ti a las 5 de
la tarde en cualquier lugar del hexágono, a la mañana siguiente antes de las 11
tenías la seguridad de que un cartero la depositaba en tu buzón, en cualquier
lugar en el que vivieras. La electricidad y el gas eran de gestión pública, así
como las productoras y las suministradoras de derivados del petróleo, el tren, el
metro, el agua, correos, incluso alguna empresa automovilística, y un largo etc
de servicios, entre los cuales la educación que ya he mencionado más arriba.
Esta República había elegido proteger su independencia, saliéndose de
la estructura militar de la OTAN, echando a las bases estaounidenses,
apostando por un armamento nuclear defensivo y disuasorio, construyendo
más de medio centenar de centrales nucleares que aseguraban la autonomía
de su energía eléctrica.


Por desgracia, la llegada del neoliberalismo, una Unión Europea de
mercaderes vasalla de EEUU, la mundialización con sus deslocalizaciones, y
en mi opinión unos últimos presidentes mediocres al servicio de EEUU y del
gran capital propietario de los grandes medios de comunicación, que
promocionaba a esos políticos que el pueblo, en consecuencia, “libremente”
elegía después.


Y llegaron las privatizaciones, el progresivo deterioro de los eficientes
servicios públicos con su aumento del paro, bajada de salarios, desmantelamiento de la protectora legislación laboral, desigualdades crecientes. Consecuencia lógica: huelgas, protestas como el movimiento de los “gilets jaunes” (chalecos amarillos). Respuesta del estado del señor Macron: la represión, la policía con sus porras y sus balas de goma, ayudados por los grandes medios de comunicación cuya misión era desprestigiar el movimiento repitiendo imágenes de violencia contra bienes públicos, que en realidad no
eran lo mayoritario ni lo esencial de aquel movimiento ciudadano. ¿No es suficiente? En 2017 se vota una ley que permite a la policía disparar cuando se desobedece a sus órdenes, sin tener obligación de justificar legítima defensa.
(Estos últimos años se ha señalado a la policía francesa como una de las más
violentas después de la de EEUU).


Últimamente, Macron ha impuesto una ley de pensiones con la inmensa
mayoría del pueblo francés en su contra. La ha impuesto utilizando el famoso
artículo 49,3 de la Constitución que no necesita votación en el Parlamento, es
decir por la fuerza. Se multiplicaron las protestas, pero Macron se negó a dar
marcha atrás. Me he preguntado que hubiese hecho De Gaulle en semejante
situación? Pues como en el 68, supongo que hubiese disuelto las cortes y
convocado un referendum. Macron, de toda evidencia, es incapaz de pensar y
actuar así, como un demócrata. Parece que el servir a sus amiguetes (o a sus
amos) es prioritario para él.

Añadamos a esto una escuela pública desanimada y desmotivada
incapaz de integrar una inmigración consecuencia de su pasado colonialista,
entre la cual un grupo importante de personas son de religión musulmana, que
se agrupan en las “banlieues” de las grandes ciudades, en guetos donde la
policía ya ni se atreve a entrar y donde las mafias de la droga mandan y
establecen su ley. El racismo está servido. El yihadismo y la extrema derecha
pescan en río revuelto.

Y aquí tenemos todos los ingredientes para explosiones que sólo
esperan una chispa como la de hace dos días cuando un policía dispara y mata
a un jóven delincuente de 17 años.

Francia está viviendo unos momentos de casi guerra civil. El estado
parece incapaz de volver a unir estos franceses cabreados que viven
enfrentados, que ya no comparten unos mismos valores y unos mismos
símbolos, que lo único que comparten es la desesperanza de un futuro oscuro.

¿Qué puede hacer Francia? Cualquier cosa menos lo que hacen ciertos
políticos irresponsables, que a izquierda y derecha, toman partido, acusando
unos a la policía, otros a la inmigración, actuando más como pirómanos que
como bomberos, incapaces de entender que lo prioritario aquí y ahora es
apaciguar este país y trabajar para unir de nuevo a todos los franceses en
torno a sus valores republicanos y a un proyecto de país ilusionante.


Me duele Francia.

- Publicidad -
- Publicidad -

Relacionadas

- Publicidad -
- Publicidad -

1 COMENTARIO

  1. Desgraciadamente, ante la crisis ecológica y de recursos global, las oligarquías saben perfectamente que no pueden ofrecer un futuro ilusionante. No quieren reconocer que el problema es el cambio climático (desencadenado por nosotros), el declive de los recursos, el exceso de población. Y nos cuentan que la causa de los problemas son “los otros”. Sólo queda el odio.

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre

- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -

últimos artículos

- Publicidad -
- Publicidad -

lo + leído

- Publicidad -

lo + leído