Ron apunta a Saracho y reclama a Calama su exoneración

El juez José Luis Calama Teixeira se encuentra en un grave problema que se ha creado él solo con su cambio radical de estrategia de instrucción desde el mes de octubre de 2021 por el que dejó de investigar las verdaderas causas de la resolución de Banco Popular para centrarse en aspectos que, tal y como hemos analizado desde hace años en Diario16, no tienen causalidad alguna con la ruina de más de 305.000 familias.

Primero fueron los auditores de PwC los que han reclamado el archivo de las causas abiertas contra ellos porque, entre otras cosas, es imposible la participación de los auditores en un presunto delito relacionado con el mercado o los consumidores en la ampliación de capital de 2016.

Además, en el escrito presentado por la auditora, se califica las hipótesis de Calama como «forzadas e insostenibles».

Hoy ha sido Ángel Ron quien, a través de su equipo de defensa, ha registrado un durísimo escrito, al que Diario16 ha tenido acceso, en el que reclaman el sobreseimiento libre y el archivo de todas las diligencias abiertas contra el expresidente de Banco Popular.

En primer lugar, la reclamación parte de que, tras 6 años de instrucción de la causa, se ha demostrado que los hechos investigados son atípicos, puesto que Banco Popular, durante el mandato del Consejo presidido por Ron, «cumplió holgadamente con las ratios regulatorias y las cuentas reflejaban la imagen fiel de la entidad».

Tal y como ha publicado este medio, por activa y por pasiva a lo largo de estos seis años y en base a los miles de documentos que obran en nuestro poder, no existió ningún tipo de desajuste en los años previos a la dimisión de Ángel ron. Las cuentas anuales de 2015, últimas publicadas antes de la ampliación de capital de 2016, y las cuentas anuales de 2016, expresaron la imagen fiel de la entidad.

Por otro lado, el escrito muestra cómo el cumplimiento normativo de las cuentas anuales de 2015 y 2016 fue evidente y quedó contrastado en el informe de los peritos del Banco de España presentado en abril de 2019. Es indiscutible que, a 31 de diciembre de 2016, Banco Popular era una entidad solvente, estable y viable.

Lo que es obvio es que las causas que llevaron a la entonces sexta entidad financiera de España a la resolución no se derivaron de la gestión anterior a la llegada de Emilio Saracho, sino que fue a partir del segundo trimestre de 2017 cuando se tomaron las decisiones que llevaron al Popular a ser intervenido.

El informe pericial del Banco de España es claro en este sentido: «La causa de la resolución de la entidad fueron tres episodios de fuga de depósitos durante el segundo trimestre de 2017, siendo el que se origina el 31 de mayo de especial gravedad. La crisis de la entidad, que terminó con su resolución, se derivó de tres episodios de fuga de depósitos durante el segundo trimestre de 2017, siendo el ultimo, a partir del 31 de mayo de especial gravedad por lo elevado de su importe, por perder el único rating por encima del grado de inversión y por afectar a los depósitos minoristas. Dicho de otra forma, las pérdidas de los inversores no se derivan de la insuficiencia del patrimonio del Banco para absorber las pérdidas de sus activos, sino de la imposibilidad de atender las elevadas e inesperadas solicitudes de retirada de depósitos. Cabe decir que aparentemente los gestores del Banco pudieron estabilizar la situación tras las crisis de abril y del 11 de mayo, pero no así́ tras la fuga de depósitos a partir del 31 de mayo fue de especial virulencia por su intensidad, por afectar a los negocios minoristas, no afectados hasta ese momento y por perder el ultimo rating que la entidad mantenía por encima del grado de inversión lo que provocaba mayores retiradas de fondos mayoristas».

La reexpresión de Saracho, el principio del fin

Uno de los elementos en los que se sustentan quienes apuntan a una imagen no fiel de las cuentas fue la reexpresión de las cuentas «diseñada» por Saracho y parte de su equipo. Sin embargo, ninguno de los ajustes propuestos afectaba a la imagen fiel.

Todos los conceptos anunciados en el Hecho relevante totalizaban 126 millones netos en resultados, el 3,6% del total indicado en las cuentas anuales del año anterior, lo que resulta irrelevante.

Por tanto, si el banco era solvente, viable y estable en diciembre de 2016, si los problemas de liquidez comienzan en el segundo trimestre de 2017, si en el acta del 18 de mayo de 2017 no existían incumplimientos contables, los hechos demuestran que hay una ruptura temporal en la causalidad respecto a la resolución que, como afirmaron los peritos del Banco de España, fue causada por la crisis de liquidez que se inició en el segundo trimestre de 2017, es decir, durante la época de Saracho.

Lo que resulta inexplicable (o no) es que el juez José Luis Calama Teixeira haya perdido dos años de instrucción en investigar asuntos que no tenían relación alguna con las causas reales de la resolución.