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Sexo

La comunidad neurótica

Francisco Silvera
Francisco Silverahttp://www.quenosenada.blogspot.com.es
Escritor y profesor, licenciado en Filosofía por la Universidad de Sevilla y Doctor por la Universidad de Valladolid. He sido gestor cultural, lógicamente frustrado, y soy profesor funcionario de Enseñanza Secundaria, de Filosofía, hasta donde lo permitan los gobiernos actuales.
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análisis

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Empieza el curso escolar con las ocurrencias de cada año, oigo una propuesta para instalar cámaras y así controlar las agresiones sexuales en los colegios e institutos, al parecer en aumento. Lo que me pregunto es quién comerciará después con las imágenes pedófilas.

El Gobierno andaluz, por ejemplo, ha aumentado el número de horas de religión en los colegios, pero no veo que nadie atienda a una de las claves del asunto: la educación sexual. No se equivoquen, profilaxis sexual moderada se explica en todos lados, incluso se enseñan penes de goma y se explica cómo poner un condón; bueno, hace un par de años se hacía, ahora quizá VOX amedrente más de lo que parece…

Nuestra descendencia, toda, y no es una cuestión de elección de sus ancestros, debería recibir una educación sexual adecuada y clara. Me gusta empezar el problema educativo por su base: ¿Está preparado el profesorado para esto? No. Esto es, habría que empezar por implicar al profesorado en una profunda reflexión que afectara a su propia vida, soy del gremio y conozco a más gente puteando a la chavalería por sus frustraciones personales que enseñando una sexualidad lúdica a la vez que responsable.

Eso de que las madres y los padres puedan opinar sobre cómo se le habla de sexo a sus hijas e hijos es una concesión más al conservadurismo ramplón de nuestro tiempo. No tienen nada que decir. Primero porque en sexo no hay nada malo, o hay lo mismo malo que en un plato de alubias: si tu hijo agrede a otro con la fabada no es porque la gastronomía sea mala, sino porque es un psicópata y habría que analizar el caso. Segundo, porque el papel de la enseñanza esencialmente es polémico y contrario a la rémora familiar, debería ser un lugar de contraste para abrir las mentes de los discentes… Fuck the families!!!

Desde muy pequeños hay que familiarizar con la desnudez y las formas, sin estereotipos, a niños y niñas, y desde el alba hormonal hablar nítidamente sobre el placer, sobre cómo disfrutar, sobre sus límites, sobre el respeto, y yo mandaría incluso actividades en grupo (aunque ahí me paro, no sea que el crescendo tradicionalista Rivera-Casado-Abascal me sancione). Hay que debatir en las clases por qué hay tanto anuncio televisivo de laxante, porque ora España está “very constipated” ora a la gente le gusta hacer “cositas raras” con sus culos.

Hay que separar sexo de reproducción. Esto es, tontas no somos, sabemos lo que pasa con los espermatozoides rebujadillos con los óvulos, pero ésa es una parte de la enseñanza sexual, decidir qué hacer con nuestra fuerza natural, después está la satisfacción pura y dura del impulso, hay que explicar cómo follar correctamente, cómo lamer, cómo tocar, cómo usar dedos, bocas, aparatos y miradas, y si su religión choca con esto se jode: Darwin choca con toda creencia en Dios y se explica… todavía.

Hay que enseñar a gobernar ese potro salvaje que es la testosterona y sacar rentabilidad a la progesterona, enseñar los afectos, los efectos de tocarse, de abrazarse, del roce la piel, aprender cómo funciona el enamoramiento, el “Omnia animalia tristia post coitum” aristotélico, intentar estudiar la posibilidad de trascender el mundo de la pareja para que podamos organizarla si queremos… o no.

Porque, y éste es el miedo real de los represores, todos estos datos han de servir para que cada persona, por su cuenta y riesgo, decida qué clase de vida sexual quiere tener, incluido el (para mí) nada recomendable celibato. Es el miedo a la libertad, a la destrucción de los modelos de comportamiento que dan seguridad a los mediocres. La vida sexual de una persona determina una parte muy importante de su felicidad, ¿cómo vamos a obviarla en la Educación? ¿Cómo vamos a permitir a la comunidad neurótica hacerse cargo de destruir la vida natural de los chiquillos y, siendo realistas, sobre todo de las chiquillas, pagadoras de casi todas las putadas eróticas?

Los colegios, los institutos deben abrirse al sexo, no instalar cámaras para vigilar. Hay que enseñar. Ver a gente follando excita, pero no podemos dejar en manos de la industria pseudosecreta de la pornografía (casi siempre diseñada por publicistas de los instintos sin ética) la enseñanza sexual y después castigar el comportamiento reprimido. También aquí volvemos atrás.

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1 COMENTARIO

  1. Hola, comparto muchos de los puntos de vista de este artículo, pero creo que tambíen se debería enseñar a como establecer relaciones afectivas, y no hablo solo de las tradicionales. Enseñar que conlleva, por ejemplo, tener relaciones: poliamorosas o de pareja, o no tener relaciones.Que las personas conozcan las diferentes formas de vivir el amor que hay hoy en dia y que pueden elegir, enseñandoles cierta Etica.
    Igual me equivoco, no soy sexologo ni nada acabado en -logo pero creo que enfocar esto desde un punto de vista meramente sexual es ser muy reduccionista.

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