El mundo mira con temor el crecimiento de la tensión militar entre Rusia y Occidente respecto a la posible invasión de Ucrania. Sin embargo, en el continente africano, una vez más, se están produciendo levantamientos militares y golpes de Estado en cadena sin que la comunidad internacional haga nada.
En concreto, ese conjunto de alzamientos armados están afectando a los países de lengua francesa, principalmente en Burkina Faso, donde el presidente Kaboré fue detenido por un grupo de militares.
Según información recibida por Diario16, existen analistas que relacionan este golpe de Estado con la actividad de Françafrique, una expresión que sirve para definir una supuesta política neocolonial de Francia respecto a sus antiguas colonias africanas.
Según estas fuentes, se están produciendo negociaciones entre Françafrique y los militares porque a la primera se le abriría un tercer frente después de Guinea y Mali, además de que se podría producir un efecto contagio, por ejemplo, en Costa de Marfil, donde los militares tomarán el poder en Abidjan. Lo mismo podría suceder en Senegal.
Además, según señalan las mismas fuentes, el proceso de golpe de Estado se aceleró cuando el presidente Kaboré destituyó en junio de 2021 al ministro de Defensa que podría haber estado implicado en la trama. Fue el propio Kaboré quien asumió las funciones de control de los militares asistido por el general Aimé Barthélemy Simporé, ministro de las Fuerzas Armadas. Además, a partir de octubre de 2021 realizó importantes cambios en los responsables de defensa y de las fuerzas de seguridad.
Extensión de los levantamientos
Las mismas fuentes señalan que el descontento se está trasladando a otros países africanos de habla francesa. En República Democrática del Congo ya se están produciendo importantes protestas callejeras, tal y como se puede comprobar en el siguiente material gráfico recibido por Diario16 de fuentes locales.
Por otro lado, además de la situación que se espera en Costa de Marfil o Senegal, ya se están produciendo choques armados en Chad y los analistas prevén que podrían darse una situación límite en Níger.
