Es algo sabido que comunidades autónomas como Valencia se sienten agraviadas por el reparto de los fondos públicos que llegan desde Madrid. El presidente valenciano, Ximo Puig, reclamó el pasado 9 de octubre, día de fiesta regional, que “ha llegado la hora de una segunda transición territorial de la España autonómica” y de “unos pactos autonómicos desde la confianza federal que miren para uno, para los otros y para el conjunto”, aprovechando un Gobierno de España “más sensible con la diversidad” y “asegurando el derecho a la diferencia sin diferencias de derechos”. El malestar por el actual sistema de financiación es más que evidente.
Puig no es el único que clama por un modelo territorial más justo que tenga en cuenta el criterio numérico de la población y no tanto las tensiones periféricas nacionalistas marcadas por Cataluña y País Vasco. Andalucía, Galicia y Extremadura están también en ese discurso victimista, de modo que otro incendio se le declara a Pedro Sánchez a las puertas de Moncloa.
De momento, la dirección del PSOE ha convocado a una reunión a los presidentes regionales de su partido para encauzar el debate interno sobre la financiación autonómica y acercar posiciones al respecto. Una cita que se produce casi tres semanas antes del encuentro que ha convocado el popular Alberto Núñez Feijóo para el 23 de noviembre con el objetivo de hacer un frente común entre las regiones afectadas por la despoblación, y al que tienen intención de asistir algunos líderes socialistas.
La reunión de los presidentes del PSOE tendrá lugar en Ferraz a las 12.30 horas y estará presidida por María Jesús Montero, ministra de Hacienda, y el secretario de Política Autonómica y presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara.
Un encuentro que llega después de que Fernández Vara avanzara, durante el 40 Congreso Federal del PSOE de octubre, que uno de los objetivos en la nueva etapa del partido sería el de tratar de buscar una posición común en el partido sobre la polémica reforma del sistema de financiación. El propio presidente extremeño aseguró que había telefoneado a Núñez Feijóo para pedirle que retrasara el cónclave de las regiones afectadas por la despoblación (previsto en un inicio para el 2 de noviembre), y poder tener así más tiempo para gestionar esta cuestión, que causó malestar en alguno sectores del partido.
En concreto, Feijóo ha invitado a esa reunión del 23 de noviembre a los mandatarios autonómicos de Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla y León, La Rioja, Asturias, Aragón y Cantabria, ya que todas estas regiones comparten la petición al Ministerio de Hacienda de que prime el criterio de la dispersión de la población en la reforma del modelo de financiación autonómico que está preparando el Gobierno.
Tanto Fernández Vara como los mandatarios socialistas de Aragón, Javier Lambán, y de Castilla-La Mancha, Emiliano Garcia Page, han mostrado su predisposición a mantener este tipo de reuniones entre comunidades autónomas con intereses comunes para abordar el debate de la financiación autonómica. Sin embargo, los presidentes socialistas de Asturias, Adrián Barbón, y de La Rioja, Concha Andreu, se desmarcaron de la iniciativa de Feijóo.
