En menos de 24 horas se ha conseguido, pese a las reticencias iniciales, que las comunidades autónomas entiendan que era necesaria la aplicación del estado de alarma desde el Gobierno de España para todo el territorio nacional con el objetivo de aplicar el toque de queda.
Se están superando las reticencias iniciales con respecto a que sea el Gobierno el que aplique el estado de alarma para que sea instaure el toque de queda en la lucha contra el coronavirus. Es más que probable que queden horas para que, como les pidieron Pedro Sánchez y su ministro de Sanidad, Salvador Illa, haya unanimidad en la solicitud de esta medida en todo el territorio nacional.
El primero en alzar su voz ayer, de forma clara y rotunda, fue el lehendakari Urkullu. Curiosamente unas horas antes, el día anterior, desde su consejería de Sanidad se mostróaba reticente a un toque de queda nacional.
Son varias las comunidades, incluída la de Castilla y León, las que aplicarán a su manera el toque de queda si el Gobierno no toma medidas a nivel nacional.
La realidad que las comunidades han fracasado, cada una por su cuenta, en la contención del virus y conseguir que se doblegue la curva.
Tanto el jueves el ministro de Sanidad, Salvador Illa, como ayer el presidente Pedro Sánchez, en su comparecencia, dejaron claro que era necesaría una postura unitaria y la movilización coordinada de todas las administraciones.