Alfonso Guerra es otro que tampoco ha sabido irse. Su discurso sobre la amnistía es idéntico al que mantiene Vox. Solo por eso debería sentir vergüenza de lo que fue y de lo que es. El hombre que quiere hacer chistes de homosexuales y de enanos pero ya no le dejan, como dijo anoche en El Hormiguero (esa afirmación define a la perfección en lo que se ha convertido), está haciendo un ridículo patético y no se da cuenta. Por el camino que va está pidiendo a gritos que le hagan un Leguina o un Redondo, es decir, que lo larguen de un partido que ya no es el suyo porque está claro que es otro evolucionado que encontraría mejor acomodo en el PP o más allá a la derecha todavía.
En su delirante conversación con Pablo Motos, que estaba encantado con el friquismo del exsocialista, Guerra despotricó contra la ley de amnistía pactada entre PSOE y los partidos independentistas catalanes asegurando que esta medida de gracia no la merecen quienes “dieron un golpe de Estado” y consideró que “no es sensato” por parte del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. “En la vida uno puede tener ideas alocadas, pero hay que tener sensatez”, reprochó.
Así se expresó en su entrevista tras presentar su libro La rosa y las espinas, el hombre detrás del político, y en la que entró a valorar la situación política en España dejando clara su postura contraria a ofrecer la amnistía a las formaciones nacionalistas catalanas, informa La Sexta.
“¿Merecen los que dieron un golpe de Estado, los que dicen continuamente que van a volver a hacerlo? ¿Esos merecen una amnistía? Mi respuesta es no, rotundo”, manifestó el político sevillano.
De igual forma, cargó contra el procedimiento de redacción de la misma, a su juicio “un poco raro”. “¿Dónde se ha visto que las leyes las redacten los delincuentes?”, se preguntó, al tiempo que criticó que sean los propios beneficiarios de la ley los mismos que la redactan. “Eso ya la inhabilita”, agregó.
Dicho esto, recordó que la línea oficial del Gobierno y el “único documento oficial” que hay del Ejecutivo en referencia al que redactó el Ministerio de Justicia cuando se ofrecieron los indultos, manifiesta que la amnistía no cabe en la Constitución.
“Yo no puedo entenderlo porque no es sensato”, apostilló, al tiempo que recalcó que si él hubiera estado entre los 121 diputados del PSOE para votar la investidura de Sánchez se hubiera ido a su casa. Imposible, jubilarse es una palabra que por lo visto no entra en su diccionario sencillamente porque le gusta más un foco que a un niño un chupa chups. Ese es su drama y el nuestro.
El vicio y la virtud de Guerra es que no acepta la soga de la corrección política y la obediencia impuesta a la ‘neoizquierda’. Discrepo mucho con Guerra, sin ir más lejos en su opinión sobre la amnistía, pero valoro su discurso sincero y antirrobótico, y puedo ver que dice lo que piensa aún bajo riesgo. Antológico su relato sobre los avatares de la aprobación de la LIVG, una ley claramente inconstitucional, pero que salió adelante bajo enormes presiones.
Yo te defiendo Alfonso porque comprendo que el único dios verdadero es la neutralización de la democracia que se sustancia en tres personas distintas: la censura, la corrección política y la cancelación. Y tú osas desafiarlo.
Eres un sinvergüenza bueno la verdad es que siempre lo fuiste tu y tu amigo Felipe ni socialista ni obrero dos caraduras con muy poca decencia política de entrada otan no decíais y luego hicisteis una elecciones muy apañados
No te tomes sus palabras en serio, al fin y al cabo no es más que un viejo necio indignado, corrompido por su propia necedad…que busca engordar su ego… .
Yo echo de menos a los socialistas; aquellos de la trinchera; los de la virtud y el derecho; los de la lucha obbrera contra el capitalismo enemigos de la corrupción; los anti-monárquicos y sobre todo anti-borbones; los de la base asamblearia; los luchadores librepensadores: Nada que él haya conocido jamás.
Sé chistes de gañanes de Sevilla, que no saben ni hablar ni escribir correctamente en su idioma, pero aprendieron a minusvalorar a los pocos colectivos que no pueden defenderse de los ataques clasistas, racistas, sexistas,…
Puto mamón de mierda; yo me cago en tu puta raza. Protozóo de ameba.