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Egocracia

Jesús Ausín
Jesús Ausín
Pasé tarde por la universidad. De niño, soñaba con ser escritor o periodista. Ahora, tal y como está la profesión periodística prefiero ser un cuentista y un alma libre. En mi juventud jugué a ser comunista en un partido encorsetado que me hizo huir demasiado pronto. Militante comprometido durante veinticinco años en CC.OO, acabé aborreciendo el servilismo, la incoherencia y los caprichos de los fondos de formación. Siempre he sido un militante de lo social, sin formación. Tengo el defecto de no casarme con nadie y de decir las cosas tal y como las siento. Y como nunca he tenido la tentación de creerme infalible, nunca doy información. Sólo opinión. Si me equivoco rectifico. Soy un autodidacta de la vida y un eterno aprendiz de casi todo.
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Llegaron a Larrival un jueves por la tarde. Era el mes de noviembre. El cierzo silbaba entre las rendijas de los cristales y el frío se colaba hasta los huesos. No eran ocupas porque una de ellos era nieta de la Emi como la conocían los viejos aún que vivían en la localidad. Emerenciana, la Emi, hacía más de cuatro lustros que no pisaba el pueblo pero, le había contado a su nieta, siendo pequeña, historias de la localidad. Cuando Olaya, la nieta, se hizo mayor y el grupo con el que hacía tres años ocupaba edificios degradados en las calles de Madrid dónde montar espacios públicos y comunitarios para la gente de los barrios, fue desalojado violentamente de un palacete en pleno centro, junto al Paseo del Prado, cansados de jugarse el pellejo en los desalojos, a uno de ellos se le ocurrió que quizá podrían cambiar de aires y de vida en el pueblo de la abuela de Olaya. Una pequeña localidad no muy lejana a una capital de provincias, con muy pocos habitantes, campos que cultivar, agua con la que regar y centenares de encinas de las que sacar leña para quemar. La mayor parte de ellos se negaron a salir de la gran ciudad, pero seis, tres chicas y tres chicos, pensaron que quizá fuera buena idea. Así que Olaya se pasó por casa de su abuela, se hizo con la llave del portón de madera que franqueaba la casa, cogieron un autobús hasta la capital de provincia y de allí, otro hasta el pueblo. Catorce horas les había costado llegar a su destino.

La aventura no empezó bien. Esperaban una casa vieja pero no una casa con medio tejado hundido. Aún así, la cocina tenía un hogar de los antiguos, dónde hacer fuego con una gran chimenea redonda que ocupaba casi todo el espacio. La gloria estaba en la parte del tejado que aún aguantaba estoicamente y había otras dos habitaciones superiores desconchadas, pero secas. Toda la casa conservaba las camas, las cómodas y hasta la alhacena de la cocina.

El invierno había sido duro. No hubo nieve, pero si bastantes días de lluvia. El frío se colaba por todos los lados, tanto que tuvieron que adecuar la gloria como dormitorio para los seis. Aún así habían logrado a base de recoger vigas, machones, tablas y tejas de otros edificios derruidos, deshacerse del gran agujero que había en el tejado y dejar la casa sin goteras. Una docena de gallinas conseguidas en la ciudad y que Luis, uno de los vecinos del pueblo, les había llevado con su coche, una pequeña huerta con un pequeño invernadero hecho con sacos de abono que también les había regalado el mismo vecino y la pesca en el caudaloso río que discurría a tres kilómetros del casco urbano, habían servido para pasar el invierno. Tuvieron que comprar patatas, lentejas, garbanzos y arroz. Todo a base de espectáculos de diábolo y danza en la capital, en los que pasaban un pequeño sombrero.

Todo transcurría bastante bien. Entre los pocos vecinos del pueblo había diferentes opiniones sobre los perroflautas, como les llamaban copiando a la TV. Aunque ellos no tenían perro. Sin embargo, ninguno de ellos había mostrado beligerancia alguna. Hasta que en mayo, se presentó el hijo del vecino de la casa aledaña. Al padre, hacía varios años que nadie le había visto el pelo por allí. Y al hijo, ni le conocían. Pero parecía decidido a quedarse. Un tipo rancio, con andares chulescos, cara siempre de vinagre, que salía a la calle con una gorra de VOX. Llevaba una pulsera de tela con dos bandas rojas y una amarilla en el centro. Se quejaba de todo. No echaba una mano a nadie. Y salía por las noches con la escopeta a la caza furtiva. Cuando no, madrugaba a echar los reteles en el arroyo de los Corcos, aunque los cangrejos nacionales son una especie protegida. El perro, un dóberman, no era un buen cazador aunque era un peligro si te acercabas a la casa de su dueño porque se tiraba a la yugular. Un incidente con uno de los chicos amigos de Olaya, acabó con la guardia civil presentándose en la localidad. Cuando se fueron a acercar a casa del Caravinagre, el perro saltó desde uno de los tejadillos que daba al sereno del corral y se enfrentó a uno de los civiles. Este, acongojado, acabó pegándole un tiro y matando al perro.

A partir de ese día, las cosas se torcieron. A casa del Caravinagre llegaron cuatro tipos. Espaldas anchas, grandes músculos, botas militares. Pelo cortado al cero. Con ellos, comenzaron la muerte de gallinas degolladas en el gallinero de los chavales, el arrase de sus cultivos de la huerta, ventanas destrozadas y pintadas en la casa de la abuela de Olaya.

Ningún vecino parecía preocupado con el tema. Con ellos no se metían. Solo los perroflautas sufrían la ira de los vinagre. Pero un día se equivocaron y uno de los cerdos que colgaron de uno de los postes del potro era de Luis. Este fue a pedirles explicaciones por el suceso y al día siguiente su tractor salió casualmente ardiendo.

La guardia civil decía que sin pruebas no podían hacer nada pero tampoco las buscaban.

A finales de octubre, Orencio, uno de los ancianos del pueblo, apareció muerto sentado en la ribera de la huerta. Todos pensaron que había sido muerte natural. La autopsia, sin embargo, dedujo que lo habían ahogado con una bolsa de plástico.

Casualmente la tarde anterior le había comentado a Luis que había visto a Caravinagre entrar en su cochera la mañana en la que ardió el tractor.

*****

Egocracia

En esta coyuntura tan egocéntrica en la que vivimos, dónde nuestro ombligo es lo único que nos preocupa y nuestro ego es un agujero negro en el que cualquier capricho es considerado derecho y las obligaciones sociales no sólo no existen, sino que han desaparecido incluso de nuestro sistema ético, intentar razonar sobre los peligros del fascismo hacia la sociedad en general es como intentar salvar de una muerte segura por cáncer a un Korubo que se acaba de encontrar una bola metálica de un pararrayos con Americio-241 que intenta a toda costa desarmar.

Lo que hemos sufrido hace unos días en la Asamblea de Madrid, no es sino una punta de lanza de un problema mayor que está instalado en nuestro mundo y que va carcomiendo la sociedad como un puñetero sarcoma. La xenofobia, es el escupitajo de los fascistas para sembrar el virus nazi. Que una tipeja sin cualificación para “visar proyectos” como reconoció ante un juez, y que sin embargo ejercía como arquitecta desde 2003, sin tener titulación ni estar colegiada (aprobó en 2009), le eche en cara a un español que no lo es, que ha entrado en este país de forma ilegal y que se ha lucrado con ello, cuando ella no respeta la legalidad, es lamentable. Si además ha cometido más de 18 irregularidades urbanísticas muchas de ellas en locales, sótanos o edificios con los que ha conseguido lucro, que se auto defina como la adalid de la licitud, no sólo es bochornoso, sino que en cualquier otro país en el que la justicia no estuviera asaltada por el ultra catolicismo, el franquismo y las anteojeras fascistas, estaría inhabilitada de por vida como arquitecto y como política. Si encima hay personas que votan a esta gentuza que no respeta el derecho, que no han cotizado en su puñetera vida y que lo único que han aportado a España es odio, no sólo es una indecencia, sino un termómetro de la hijoputez del español medio.

Desde fuera de Madrid, se ve a la zascandila que preside la Comunidad de Madrid, como un Pericopajas exótico, quizá demente, pero no peligroso. Como un hooligan borracho que mea solo en una esquina. Sin embargo, a pesar de sus más que sospechosas limitaciones intelectuales, es un peligro, no sólo para los habitantes de Madrid, sino para todos los del estado. Quizá no lo vean, pero esta señora, hooligan, engreída, inepta, desconocedora de la más mínima legalidad, verdulera, choni y bobalicona, se ha comido con patatas y por los pies a Casado. Esta señora, falangista es una infiltrada del nacional franco-fascismo en un partido ultra que siempre ha querido pintarse de moderado. El triunfo de la zascandila es el triunfo de los del moco verde y la COZ. Es la unificación del voto de dos formaciones en un solo proyecto retrógrado, nazi, xenófobo y peligroso.

Muchos republicanos han creído que su falta de conocimiento legal y constitucional, azuzando al rey para que no firme los indultos es un triunfo para la futura república. Nada más lejos de la realidad. Porque España no es un estado. España tiene un sistema político que se vende como democracia pero que no llega ni a dictablanda. No hay separación de poderes. El Poder Judicial es la nueva Santa Hermandad. Ha sido tomado por el OPUS y el franquismo retrógrado convirtiéndose en un estamento sin control, que hace, deshace y no hay modo de pararle los pies. Hasta el punto que presionan al Gobierno para impedir que la Comisión Europea les saque los colores en un informe que deja clara la politización de la justicia española en el caso del Procés y que les compara con los amigos del sátrapa turco Erdogán. Las fuerzas de seguridad del estado están llenas de fascistas que no se esconden y el partido al que pertenece esta falangista parece tener tácticas propias de la camorra, según lo que ha declarado el Inspector Morocho en sede judicial y lo que últimamente hemos conocido de las grabaciones que Bárcenas mandó borrar desde la cárcel, de las que, al parecer, la policía guardó una copia.

Por eso, si el rey decidiera no firmar los indultos, toda esta maquinaria que controla un estado que no es estado, pondría sus mecanismos en funcionamiento no sólo para salvaguardar al rey, sino para legalizar su actuación. Ya retorcerían los artículos 56.3 y 64.2 de la Constitución, para encontrar una salida airosa. Ya lo han hecho con el anterior y sus miserias fiscales.

Cuando Carmena llegó al Ayuntamiento de Madrid, se encontró con un muro de amenazas de acudir a los tribunales ante cualquier decisión que no le gustara a los de la corrupción. A ellos, sin embargo, no se les puede hacer lo mismo porque saben de su impunidad. Más de siete mil ancianos muertos al principio de la pandemia y una orden de criterios de exclusión firmada por el gobierno de la falangista, al parecer no son suficiente prueba como para llevarla a los tribunales. La propia fiscalía pide al Supremo que no investigue. (Podemos, mejor dicho Pablo Iglesias, ha tenido más de 30 investigaciones. Todas han tenido que cerrarse por no sostenerse el caso).

Pero es que sus políticas son devastadoras para la sociedad. Un año y medio sin atención presencial en ambulatorios, que la ha llevado a tomar la decisión de cerrar 41 de ellos. Los 14.500 euros de cheque bebé anunciado en su toma de posesión es un recurso destinado a familias que no lo necesitan. Porque para ello, debes de llevar 10 años empadronada y ser menor de 30 años. Todo calculado. La edad media para ser madre en la Comunidad de Madrid es de 32,06 años. ¿Quién puede permitirse ser madre antes de los 30 y llevar más de 10 años en Madrid? Efectivamente, las mujeres que no trabajan fuera de casa (bueno estas tampoco lo hacen en casa, como buenas esposas cristianas con poder económico, le ceden el honor a la chacha por cuatro perras), es decir, las que votan a esta gente. Por no hablar de las listas de espera en la sanidad pública en las que por ejemplo las que esperan más de tres meses para ser operadas han sufrido un aumento con respecto a 2019 de un 184 % pasando de 7.173 pacientes a 20.352.

Pero si creen que sólo sucede en Madrid, échenle un vistazo a la actualidad del estado, dónde individuos nazis se dedican a intentar expulsar a gentes de sus casas en Bilbao. O en Andalucía dónde ha sido detenida una banda liderada por un ultra del futbol que se dedicaba a la extorsión de deudores, incluyendo en sus tácticas el secuestro y las torturas.

La familia de la xenófoba que increpó al diputado en la Asamblea de Madrid, Serigne Mbayé, eran terratenientes en la Cuba del fascista corrupto Batista (el régimen del recreo norteamericano basado en el juego, la bebida, las putas, la playa y el sol), con plantaciones de azúcar en la que explotaban laboralmente a braceros durante seis meses al año, con salarios de miseria, como indican en este reportaje de la televisión cubana, cubainformacion.tv. Este es el sistema que proponen estos nazis: explotación laboral, el silencio de la disidencia a cualquier precio y el trabajo sin derechosMientras ellos, con la connivencia del poder judicial, se pasan, como en el franquismo o en la Cuba de Fulgencio, la ley por el forro de sus intereses.

La idiocia se ha apoderado del globo terráqueo. Aunque en España es una enfermedad congénita. Eso unido a lo que toda la vida se ha llamado picaresca y no es otra cosa que el robo, hurto, o cualquier otro delito camuflado por la educación eclesiástica, de cuya pena nos libramos con una simple confesión ante el cura, nos convierte en un país de quijotes con los rectos y de aduladores sanchopanzas con los poderosos delincuentes.

Como dice mi compadre Juanma, @MacJuanmaolvídense, esto es España”. No puede haber peor calificativo que ese.

Disfruten de lo votado. Y de las cervezas que no van a poder pagarse.

Salud, feminismo, república y más escuelas públicas y laicas.

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3 COMENTARIOS

  1. «Como dice mi compadre Juanma, @MacJuanma “olvídense, esto es España”. No puede haber peor calificativo que ese.»

    Esa España que usted desprecia es la 19 democracia del mundo. Por delante de EEUU, Francia, Italia, Japón, o Bélgica que ocupa el puesto 31 en el rankig.

    Nuestro sistema judicial (con todos sus defectos) es el 20 entre las 200 naciones del mundo.

    España está entre los 10 primeros naciones en tolerancia hacia la diversidad sexual.

    Nuestra tasa de homicidios esta al nivel de Austria y por debajo de Francia, Bélgica, o Alemania.

    Nuestra tasa de violencia contra la mujer (asesinatos %) está también por debajo de Alemania y sorpréndase de la ejemplar Finlandia.

    Miles de personas se juegan la vida cada año por venir a este país que usted tanto desprecia y decenas de millones pagarían todo lo que tienen por la nacionalidad, de la que usted disfruta por haber nacido en él, pudiera comprarse con dinero.

  2. Para un enfermo terminal, no debería ser ningún palo ardiendo al que agarrarse sólo tener pulmonía y cáncer en lugar de metástasis.
    Tirar de los males de los demás para resaltar que los tuyos son menos, es un argumento bastante pobre.
    Repase usted las sentencias a rateros, sindicalistas frente a fascistas y nazis. Repase usted los procesos abiertos a Podemos (todos se han quedado en nada) y la divinidad y la mano ancha para abrir uno contra los corruptos. Llevamos diez años con procedimientos al PP y ahí siguen, la mayor parte sin resolución o con condenas testimoniales.
    Que haya gente en el Chad, Senegal, Gambia o Marruecos que quieran venir aquí porque allí los gobernantes además de corruptos son asesinos, no significa que tengamos un país, ni justo, ni mucho menos democrático.
    Gracias por leer y comentar.

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