La población mayor de 64 años en España ya supera al grupo de menos de 20 años, descubriendo un «creciente desequilibrio» en el tamaño de las generaciones de mayor y de menor edad, según un análisis de la Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas ). Este fenómeno, que ya ha ocurrido en otros países europeos como Alemania, Italia y Portugal, plantea un reto en la medida en que los colectivos de los que se esperan comportamientos solidarios tienen recursos que los colocan en posiciones muy diferentes.
Las generaciones mayores en España tienen mayor peso político y económico
Las generaciones mayores suelen ser las que absorben más parte de la renta nacional y las que disponen de más patrimonio financiero e inmobiliario, y su peso demográfico las convierte en actores determinantes de los resultados electorales. Además, desde 2013, la renta por persona más alta se da en el grupo de personas mayores de 64 años, que también presenta el riesgo de pobreza o exclusión social más bajo desde 2010.
Si bien, en España, no se observa conflicto intergeneracional debido a las estrechas relaciones entre generaciones de las familias españolas, el envejecimiento demográfico plantea un contexto más favorable a la tensión que a la solidaridad intergeneracional. La pandemia no ha debilitado la frecuencia de los encuentros presenciales entre familiares de distintas generaciones en España, pero la caída de los nacimientos podría debilitar la «salvaguarda familiar» que protege de los conflictos intergeneracionales.
El envejecimiento demográfico en España representa un reto para la solidaridad intergeneracional, y es necesario buscar soluciones que fomenten la cooperación y generosidad mutua entre las diferentes generaciones de la sociedad.
