El Parlamento Europeo, en su sesión plenaria celebrada esta semana en Estrasburgo, ha aprobado un informe sobre la carga de las enfermedades no transmisibles, enfocándose principalmente en la prevención y prestando una especial atención en el consumo de alcohol.
Enfermedades no transmisibles
Las enfermedades no transmisibles, como son las cardiovasculares, el cáncer, la diabetes, y aquellas enfermedades respiratorias crónicas, entre otras, representan el 90% de todas las muertes en la Unión Europea y el 70% de todas las muertes prematuras en Europa.
Según ha informado Euractiv, Erik Pulsen, eurodiputado liberal danés, y ponente del informe, «necesitamos tomar medidas para prevenir las muertes prematuras, mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y garantizar la competitividad de la UE».
Las Enfermedades No Transmisibles (ENT) son ahora un desafío importante para los sistemas sanitarios europeos, pero también lo son para el mercado laboral, debido a la pérdida de productividad que puede conducir a una mayor escasez de mano de obra, según apunta el informe.
Además, este tipo de enfermedades suponen una gran carga financiera y sanitaria, costándole a las economías de la UE más de 100.000 millones de euros al año.
La prevención es la clave
Llama la atención que, a pesar de los enormes beneficios que reportaría invertir en la prevención de estas enfermedades, la media de las inversiones de los Estados miembro desde 2018 ha sido solamente el 2,8% del gasto sanitario total.
El Parlamento Europeo pide ahora, mediante este informe, que los Estados miembro reduzcan estas enfermedades no diagnosticadas mediante la introducción de controles de salud específicos para personas de alto riesgo en la atención primaria. Para ello, se enfatiza la necesidad de mejorar el acceso a la atención médica pública, con una mejor gestión y tratamiento de estas enfermedades.
Se invita además a que los Estados miembro colaboren entre ellos y trabajen juntos especialmente en regiones transfronterizas y en áreas aisladas, con el objetivo de reducir las desigualdades sociales y geográficas existentes, especialmente en los servicios de diangnósticos tempranos de estas enfermedades. Para ello, también se subraya la importancia de mantener a la ciudadanía bien informada, y de manera periódica, sobre los riesgos y la necesidad de llevar a cabo controles de salud de manera periódica. Es decir, cambiar el paradigma de acudir al médico cuando se está ya enfermo, y apostar por una medicina preventiva, que priorice los cuidados constantes y una vida sana y saludable para evitar la mayoría de estas enfermedades.
Advertir sobre la importancia de evitar el consumo de tabaco, alcohol, la importancia de la dieta saludable y una actividad física suficiente es clave para preservar un buen estado de salud. Especialmente, además, en personas de riesgo, que deben chequear mediante análisis específicos como las personas afectadas por diabetes, problemas cardiovasculares, colesterol alto, sobrepeso, y obesidad.
