jueves, 9mayo, 2024
26.1 C
Seville

¿Están Feijóo y el PP preparados para gobernar el país?

Manel Mas
Manel Mas
Estudié contabilidad y economía, fui perito y profesor mercantil, ejercí de profesor en Alesco (Altos Estudios Comerciales) en Barcelona dando clases de contabilidad, cálculo y derecho mercantil.
- Publicidad -

análisis

- Publicidad -

En el PP estaban contentos, no solo por haber ganado las elecciones y aumentado su peso territorial, sino porque creían que los resultados del 28-M podían convertirse en el trampolín de Alberto Núñez Feijóo hacia la Moncloa. Un salto que, entonces, se veían más cerca. Las encuestas que se han publicado desde entonces parecen confirmar la tesis de los populares. Pero la campaña es larga y, sin haber empezado, a Feijóo ya le pesan sus pactos con Vox en el territorio y las pifias que ha ido acumulando.

A la dirección del PP había la preferencia de intentar evitar sellar ningún pacto autonómico con Vox antes del 23-J por no contaminar la carrera de Feijóo a la Moncloa. El líder popular, de hecho, había intentado desvincularse de cualquier negociación de los barones con la extrema derecha descargando en ellos la responsabilidad de los pactos. La estrategia de Génova quedó en papel mojado el 13 de junio, cuando el líder del PP al País Valenciano, Carlos Mazón, firmaba un acuerdo de gobierno con Vox que obviaba la violencia de género y ponía a la diana la enseñanza en valenciano. Si esto suponía un torpedo para la estrategia de Feijóo, todo ello se envolvía más después de que la líder del PP en Extremadura, María Guardiola, decidiera hacer el camino opuesto y plantarse ante Vox.

María Guardiola, candidata en Extremadura, se tragó sus palabras de mantener Vox fuera del gobierno. “Mi palabra no es tan importante como el futuro de los extremeños”. Si esperan que dimita, se desesperarán. Guardiola es la baronesa que el 20 de junio reiteraba que repetiría las elecciones antes de entrar en su gobierno “aquellos que niegan la violencia machista, aquellos que echan por el pico gordo, aquellos que deshumanizan a los inmigrantes y los que tiran la bandera LGTBI a la basura. Mi palabra y mi tierra no son moneda de cambio de nada”.

Después, una “profunda reflexión” y giro de 180 grados. En los acuerdos del PP y Vox, estos controlarán la consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural con competencias en toros, caza, pesca, incendios e infraestructuras rurales. Ni una medida para combatir o adaptarse al cambio climático. Leo a la prensa las declaraciones de Gabriel Moreno, Profesor de derecho constitucional en la Universidad de Extremadura que dice: “Extremadura tiene una de las biodiversidades más amplias de España y una masa forestal que ronda el 65% del territorio. Es también una de las regiones de Europa más expuestas al calentamiento global. Dar la gestión forestal a negacionistas del cambio climático es delirante”

Feijóo tuvo que hacer auténticos equilibrios para justificar una posición y la otra. El ruido interno, junto a la presión del sector más duro del PP, se imponía a las propuestas que el candidato popular quería hacer sobresalir de cara al 23-J y la dirección del partido decidió dar un golpe de timón: forzar María Guardiola a aceptar que Vox entrara al gobierno para cerrar la carpeta de Extremadura, donde la izquierda empezaba a mojar pan.

Los problemas para Feijóo, pero, es probable que no acaben aquí, queda todavía Murcia, donde Vox de momento no cede a dejar que el PP tenga el gobierno en solitario a pesar de haber quedado a dos escaños de la mayoría absoluta. A Feijóo también se le pueden girar en contra las presidencias de los Parlamentos del País Valenciano, las Islas Baleares y también Aragón, donde Vox ha situado figuras xenófobas o antiabortistas.

A lo largo de los últimos días el líder popular se ha metido en jardines de los cuales después le ha costado salir. La semana antes, en una entrevista en la Cadena SER, Feijóo explicaba que cobraba un sobresueldo del PP, pero se negaba a concretar cuánto. El PSOE presionó desde el Senado para que actualizara su declaración de bienes y dijera cuando cobraba del partido. Los populares se negaron de momento, pero acabaron haciendo pública la cifra –39.260 euros brutos en nueve meses el 2022–, a pesar de que la declaración de bienes no se modificará hasta agosto, cuando Feijóo deje de ser senador.

Génova hacía público el sobresueldo de Feijóo el día que el líder popular visitaba el plató del Hormiguero, consciente que el programa taparía que el partido había cedido a la presión del PSOE. Pero una entrevista que tenía que ser menos hostil que la de Pedro Sánchez, Feijóo se volvió a enredar. Explicó que había visto en un «cartel» que el precio de las naranjas era de 0,12€/kg, más bajo que el de las bolsas de plástico. El día siguiente tuvo que rectificar y explicar que aquello era el precio que recibía el agricultor. El episodio denotaba, que el líder popular tambalea en cuestiones básicas, como cuando multiplicó en directo 2 por 10 y dijo que el resultado eran 22. ¿Está realmente preparado para gobernar España?

El mismo día, la denostada reforma laboral parece que ya no lo es tanto. Aprobada el febrero del 2022 por el error de un voto del diputado del PP Alberto Casero, hoy se considera buena y según el portavoz de la campaña popular, Borja Sémper, sería erróneo ir contra “el sentido común de los agentes sociales”. Insisto de nuevo en la pregunta: ¿Están Feijóo y el PP preparados para gobernar España?

El PP continúa al frente de las encuestas, pero al PSOE están muy satisfechos de la evolución de la precampaña y aseguran que han conseguido parar la transferencia de votos de su electorado hacia el PP. Los últimos trackings, además, detectan una mayor movilización de la izquierda a causa de los pactos PP-Vox y sitúan la derecha lejos de la mayoría absoluta, con un máximo de 165 diputados. Internamente reconocen que la ofensiva mediática de Pedro Sánchez está dando resultados. «Ha insuflado moral a la tropa», aseguran.

Por último, una persona que aspira a ser presidente del país, que rehúye un cara a cara con el otro aspirante o lo desea con más personas o, según en qué canal de TV hacerlo por desconfiar de la TV pública, a quien me hace desconfiar es a mí. ¿Qué piensan ustedes, queridos lectores? ¿Qué confianza les transmite este aspirante que rehúye enfrentarse con el otro candidato?

- Publicidad -
- Publicidad -

Relacionadas

- Publicidad -
- Publicidad -

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre

- Publicidad -
- Publicidad -
Advertisement
- Publicidad -

últimos artículos

- Publicidad -
- Publicidad -

lo + leído

- Publicidad -

lo + leído