Estonia se ha puesto en contacto con las autoridades chinas como parte de la investigación abierta para averiguar cómo han sido cortados los cables de telecomunicaciones que se encuentran bajo las aguas del Mar Báltico. Así lo informó ayer lunes el Ministerio de Asuntos Exteriores de Estonia.
El pasado día 8 de octubre, un gasoducto y un cable de telecomunicaciones que conectaba Finlandia y Estonia, bajo las aguas del Mar Báltico, sufrió un sabotaje.
La semana pasada, el gobierno de Estonia anunció que según sus primeras investigaciones, se habría tratado de una «interferencia humana», refiriéndose al corte del cable de telecomunicaciones. Esa misma noche, otro cable había sido dañado, y aparentemente, también, de manera deliberada.
Según informó Reuters, dos embarcaciones, NewNew Polar Bear, con bandera de Hong Kong y Sevmorput, con bandera rusa, estaban presentes en los tres lugares señalados en el momento de los daños (según datos de Marine Traffic, un proveedor de análisis marítimo y seguimiento de embarcaciones).
Según las investigaciones que está llevando a cabo Estonia, el papel de estas embarcaciones estaba siendo analizada.
Ayer se dio a conocer que se han establecido contactos con las autoridades chinas «para fomentar la cooperación en relación con la investigación en curso». China, por su parte, ha pedido una investigación «objetiva, justa y profesional» sobre los daños causados, que también afectan a un gasoducto.
Desde China y desde Rusia han negado cualquier tipo de implicación en estos sabotajes.
