Las tensiones se profundizan durante el pasado fin de semana entre el presidente Biden y el primer ministro israelí, Benajamin Netanyahu, al tiempo que se desmoronaron las esperanzas de llegar a un acuerdo sobre el alto el fuego antes de comenzar la celebración del Ramadán, recoge el Wall Street Journal.
Un primer barco cargado con ayuda humanitaria está ya listo para zarpar desde Chipre, en el marco del corredor a través del mediterráneo que la UE ha puesto en marcha en colaboración con Emiratos Árabes y Estados Unidos.
Comienza así el Ramadán, un mes sagrado, que debería producirse en un contexto de paz y reflexión para la comunidad musulmana, tal y como se había acordado en días recientes. Sin embargo, el alto el fuego anunciado ha sido truncado. Y pese a semanas de negociaciones con mediadores como Catar, Egipto y EEUU, no se ha alcanzado el objetivo de la tregua, principalmente por la negativa de Israel.
El gobierno de Netanyahu está impidiendo la entrada de personas palestinas a la Explanada de las Mezquitas, en la zona oriental de Jerusalén. Decenas de personas se han aglomerado durante la pasada noche con el objetivo de poder comenzar su celebración sagrada rezando en la mezquita de Al Aqsa, algo que ha sido impedido por la policía israelí.
Se contradice así la promesa del propio Netanyahu, que aseguró que no había restricciones a la libertad de culto durante el mes del Ramadán.
