Érase una vez un gran piloto, y érase una vez otro gran piloto. Y había que elegir a uno de los dos.
Algunos de los que podían influir en esa decisión apostaban por lo que parecería más natural: el piloto más rápido y más completo. Pero otros preferían al piloto que era un poco menos rápido y más fácil de acoplar con los intereses del equipo y el carácter de quién sería su compañero.
Su compañero. Que se presenta como el malo de la historia, pero no lo es, por supuesto.
De los dos grandes pilotos, el más rápido podría hacerle sombra, e incluso derrotarlo. Mientras que al más lento, que también era un piloto magnífico, lo había derrotado infinitas veces; siempre que había querido.
Y entonces llegó la lluvia y el Gran Premio de Bélgica. Y sucedió lo imposible e inadmisible.
Era el cumpleaños del cerdito más sumiso, perdón, queremos decir del piloto más sumiso: Valtteri Bottas.
Y aunque los lectores de este cuento no podíamos saber nada a ciencia cierta, lo cierto es que ya corría el rumor de que al cerdito más lento, perdón de nuevo, de que al gran piloto más sumiso en el equipo, no le iban a renovar y lo mandarían a la casita de Alfa Romeo.
Pero entonces, repetimos, volvió a suceder lo inadmisible, lo intolerable. El otro piloto, lo conocemos como George Russell, resultó que no era ningún cerdito sino el mismísimo lobo feroz en persona, dispuesto a comerse todo lo que tuviese por delante. Y así el lobo Russell sopló y sopló y sopló y quedó en la clasificación final delante de Lewis Hamilton conduciendo un humildísimo monoplaza Williams. Bajo la lluvia.
Hamilton, que siempre se había considerado a sí mismo el lobo más grande y temible de todos los lobos, se quedó pálido y en silencio. Y se puso a rezar a todos los dioses y santos, san Totto incluido y por supuesto, para que no le pusieran al lado el lobo más joven y hambriento.
En el próximo episodio de este bonito cuento sabremos más cosas, de momento felicitamos el cerdito derrotado en el GP de Bélgica, el bueno de Valtteri Bottas, excelentísimo piloto le pese a quien le pese, por su cumpleaños.
Que cumplas muchos más, Valtteri. La historia nunca olvidará que has ganado 9 grandes premios, ni que ocupas el puesto número 36 en el ranking mundial por delante del mismísimo Jackie Ickx, y además tienes en tu haber dos subcampeonatos del mundo.
Disfrútalo y no pienses en el nuevo lobo que viene a quitarte el puesto.
Piensa más bien que quizá vengue todas las afrentas que te hizo a lo largo de los años el lobo implacable y viejo.
Tigre Tigre.
