Al fin Kristsina Tsimanuskaia, la atleta bielorrusa que ha decidido no volver a su país donde podría sufrir represalias por criticar al equipo organizador en su estado de los Juegos Olímpicos, ya está sana y salva en Polonia, donde le ha sido concedido el visado.
Su valiente decisión permite dar visibilidad al horror que sus compatriotas viven cada día. La deportista temía ser detenida e incluso ser torturada, como le ha ocurrido a otros críticos con la política de Lukashenko.
Ayer, sin embargo, hubo que jugar al despiste, y anunciar que volaba hacia Austria, para evitar cualquier intromisión de los bielorrusos.
Tensiones políticas
Las tensiones políticas en Bielorrusia, cuando se cumple justo un año desde el estallido de las protestas contra el régimen de Aleksandr Lukashenko, han tenido su mejor escaparate en los Juegos de Tokio. La atleta Tsimanuskaia, de 24 años, se vio obligada a refugiarse el lunes en la Embajada de Polonia en la capital japonesa cuando su país trataba de obligarla a subir a un avión.
Como Diario16 denuncia desde hace un año, Bielorrusia vive un horror bajo el duro régimen de Lukashendko. Donde se encarcela y maltrata a los disidentes y se amordaza la libertad de expresión.
Al menos la atleta bielorrusa ya está a salvo gracias a que el Gobierno de Varsovia ha dado un visado humanitario para que la deportista se traslade a Polonia, donde se ha exiliado buena parte de la oposición bielorrusa. De hecho, nada más llegar, la joven ya tuvo reunión con alguno de sus compatriotas disidentes.
