La reciente oferta pública de adquisición (OPA) hostil de BBVA sobre el 100% de las acciones del Banco Sabadell no solo ha sacudido los cimientos del sector financiero español, sino que también amenaza con tener un impacto profundo en la infraestructura bancaria local, especialmente en Galicia. Esta maniobra estratégica por parte de uno de los mayores bancos de España podría resultar en la eliminación de oficinas bancarias en numerosos municipios, afectando la accesibilidad de servicios financieros para miles de clientes.
Galicia, con sus 180 sucursales bancarias de ambos entes, se ve particularmente vulnerable. BBVA y Sabadell tienen presencia en 73 y 45 municipios gallegos respectivamente, creando una situación donde hasta 43 ayuntamientos podrían enfrentarse al cierre de sucursales si la compra se efectúa. Este escenario no solo es probable, sino que ya ha despertado la preocupación entre consumidores y reguladores por las implicaciones que podría tener sobre la competencia y el servicio al cliente.
UGT reclama que las plantillas no paguen «el coste» de la OPA
La UGT ha reclamado este jueves que las plantillas no paguen “el coste” de la oferta de adquisición pública (OPA) hostil de acciones del Banco Sabadell que ha presentado el BBVA. En un comunicado, el sindicato ha avisado de que no aceptarán medidas forzosas que resulten de la oferta operación, que ha generado un rechazo generalizado entre los sindicatos, recoge la ACN.
“Ambas entidades acaban de presentar unos beneficios récord de 2023 y el primer trimestre de 2024. No hay excusas”, ha manifestado la UGT. Asimismo, ha querido transmitir “tranquilidad” a los trabajadores, y un mensaje a la patronal para recordarle la importancia de cerrar con subidas salariales el convenio del sector, que se está negociando.
Los consumidores en contra del BBVA
La preocupación es palpable entre los consumidores, quienes podrían experimentar una disminución en la calidad del servicio y un aumento en las dificultades para acceder a servicios bancarios físicos. Adicae, la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros, ha expresado su inquietud por los posibles perjuicios que una fusión de tal magnitud podría acarrear. Según Adicae, la reducción de la competencia podría frenar la remuneración del ahorro y alterar las condiciones bajo las cuales los clientes operan actualmente.
La concentración bancaria alarmante.
La concentración bancaria en ciertos municipios es alarmante. En localidades como Ames, Baiona y Betanzos, la entidad fusionada podría controlar hasta un tercio de todas las oficinas bancarias, lo que les daría una influencia significativa sobre las condiciones del mercado local. En otros, como Becerreá y O Barco de Valdeorras, el dominio alcanzaría o superaría el 40% de las sucursales existentes, configurando un escenario donde la falta de competencia podría elevar los costos para los consumidores y reducir la calidad del servicio.
Este aumento en la concentración del mercado no solo afecta a los consumidores, sino que también plantea desafíos regulatorios significativos. La operación requiere la aprobación de múltiples organismos reguladores, incluyendo el Banco de España y el Banco Central Europeo, los cuales deben evaluar las implicaciones prudenciales de una consolidación de tal envergadura. Las preocupaciones no se limitan a la estabilidad financiera, sino también a la justicia y equidad en el acceso a servicios financieros.
El gobierno local y los reguladores están especialmente preocupados por el impacto en la cohesión territorial y la estabilidad del sistema financiero español en general. Con más de un 17% de las sucursales bancarias de Galicia potencialmente bajo el control de una sola entidad, el espectro de un «monopolio» bancario se cierne, lo que podría tener efectos adversos duraderos sobre la economía regional y la inclusión financiera.
El BBVA sigue adelante
Mientras tanto, el consejo de administración de BBVA ha procedido con la convocatoria de una junta general de accionistas para decidir sobre la emisión de nuevas acciones necesarias para completar la oferta de canje propuesta a los accionistas de Sabadell. La decisión de BBVA de seguir adelante con la OPA después del rechazo inicial de Sabadell a una propuesta amistosa refleja la determinación del banco de expandir su influencia en el mercado español, a pesar de las preocupaciones regulatorias y de los consumidores.
Guindos recuerda que la posible compra del Sabadell debe ser autorizada por el BCE
El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha subrayado la importancia de que cualquier adquisición del Banco Sabadell por parte del BBVA sea debidamente autorizada por la institución. Guindos recalca que la aprobación se basará en criterios de solvencia y prudencia, aspectos cruciales para garantizar la estabilidad del sistema financiero de la zona euro. Además, ha destacado que aunque el BCE favorece la consolidación entre bancos de diferentes países, la legislación actual y ciertas políticas nacionales complican este tipo de operaciones, apuntando a la necesidad de una unión bancaria más integrada para facilitar estos procesos.
«No sabemos si la operación va a cristalizar, dependerá de los accionistas», ha recordado el exministro español de Economía, subrayando que el BCE «no diseña operaciones» y, si bien su preferencia pasa por la consolidación entre bancos de diferentes países, esta no se produce por motivos de legislación y porque hay planteamientos nacionales que lo hacen más difícil, así como por la ausencia de una unión bancaria.
La situación actual plantea un dilema crítico: ¿prevalecerá el interés corporativo sobre las necesidades y el bienestar de los consumidores y comunidades locales? Solo el tiempo dirá cómo se desentrañará esta compleja batalla corporativa, pero está claro que el resultado tendrá un impacto significativo en el paisaje bancario de toda España.
