domingo, 28abril, 2024
12.3 C
Seville

La huella de la familia no se borra jamás

Tiempo de Papel publica en España ‘Cadena de frío’, la nueva novela de la escritora uruguaya Andrea di Candia

- Publicidad -

análisis

- Publicidad -

He de confesar, de entrada, que, al llegar a la última página de Cadena de frío, la novela con la que la escritora uruguaya Andrea di Candia inicia su andadura editorial en España, mi percepción de la obra cambió. Este tipo de reconsideraciones que un lector hace cuando alcanza la página final de un libro puede deberse al consabido y cinematográfico tour de force argumental, con el que ciertas obras se despiden del lector, dejando en él un recuerdo perdurable. Pero otras veces lo que ese cambio repentino revela es que al lector se le ha entregado una última clave que le abre el camino a nuevas y más amplias zonas en la interpretación de la obra, una clave que completa la coherencia del conjunto, como esa piedra, también llamada clave, sobre la que se asienta toda la arquitectura de una bóveda. 

La novela de Andrea di Candia exprime todas las posibilidades de ese recurso a la sorpresa final que aguarda al lector, y el vuelco que este sufre no solo se deberá a ese revés último de la “intriga”, sino a que estas líneas finales le obligarán a volver sobre el resto de la novela, pues algunos de sus episodios se adensan con una nueva capa de significación.

El estilo que su autora pone en práctica en esta obra es claro, minucioso, y no se permite desvíos ni lleva la atención del lector más allá de la evolución sentimental y anímica de sus dos personajes protagonistas, Mario y Estrella, quienes, encerrados en sus respectivas cárceles mentales (esas prisiones donde la familia fue levantando muros y trazando cicatrices), atisban un día la posibilidad de crear un mundo nuevo, un mundo donde esos dos seres sean capaces de devenir en una afirmación gozosa, en que sus cuerpos dejen de ser materia inerte y espejo del dolor de la vida. 

La novela exprime todas las posibilidades de ese recurso a la sorpresa final que aguarda al lector, y el vuelco que este sufre no solo se deberá a ese revés último de la “intriga”

La formación y el trabajo de Andrea di Candia como psicoanalista se deja ver, sin duda, en la novela, al dibujar la personalidad y la historia de esos dos personajes que pugnan por liberarse de la presencia de una madre castrante. La autora no ahorra detalles en el dibujo de ambas personalidades, sobre todo la de Mario, y casi sería deseable a veces un mayor grado de ambigüedad o de sugerencia: “Miró la foto con atención y vio que su madre estaba demasiado cerca, casi lo acorralaba contra la mesa. Se sintió incómodo. La respiración se le aceleró un poco. Había visto a Yolanda muchas noches con esa foto, mientras acariciaba y decía mi niño mío, mi niño mío. Cada vez que esto ocurría el pecho se le ensanchaba de orgullo, pero esta vez su sensación era diferente”.

Yolanda, la difunta madre de Mario, es protagonista ausente de la historia de amor (pues de una novela de amor se trata al fin) de su hijo con Estrella. Yolanda no supo o no quiso cumplir la obligación de toda madre de dar su hijo al mundo, sino que lo retuvo para sí, trazándole unos límites infranqueables: cómo y cuándo bañarse, qué comer, cuántas veces ha de masticar cada bocado, cuántas veces ha de pasarse el cepillo por los dientes, tampoco Estrella estuvo libre de una madre que la indujo a sentir remordimientos por el atractivo de su cuerpo, hasta el punto de, por ejemplo, convertir las sandalias en un símbolo de libertad y sensualidad, sandalias que Estrella solo podrá calzar al salir de casa, y que tendrá que ocultar antes de regresar con su madre. Ahora ambas madres han fallecido. La de Mario está aún (y este detalle es esencial en el desarrollo argumental y en el mencionado final de la novela) de cuerpo presente. La de Estrella, en cambio, hace tiempo que murió. Ella, por lo tanto, hace tiempo que ya sabe. 

Hace tiempo que “se pregunta dónde quedó su ilusión, en qué momento perdió su corona”. Él, de pronto, descubre que dar treinta cepilladas en sus dientes, en lugar de las cuarenta que prescribía su madre, lo desliza con fuerza por un tobogán de libertad al final del cual puede exclamar “vieja de mierda”, y “ya no sabe si lo dice por la dentista o por su madre, y quiere creer que es por la dentista, pero sabe que no”.

Hay numerosos episodios en la novela que apuntan en esa dirección de retratar a dos seres que deben aprender a construir un mundo nuevo y a la vez liberador. No siempre esos episodios dejan volar la imaginación del lector. A veces son de un significado demasiado evidente, como la visita de ambos a la tienda de lencería. Otros, en cambio, dejan una huella más profunda y sensible, como cuando Mario, de niño, pierde su colección de revistas por una inundación doméstica de la que su madre es, en última instancia, responsable. Pero, sobre todo, como decía, esa relación de episodios (no se preocupe el lector, pues no se está revelando nada que vaya a mitigar la sorpresa y el placer de su lectura) forman parte esencial de un orden minucioso, detallado y transparente en la composición de esta novela que nos permite acercarnos a la entraña de sus personajes. 

Las referencias, los ecos que despierta durante la lectura una obra literaria, son variados, y no siempre evidentes para el conjunto de sus lectores. En la contraportada de esta edición de Cadena de frío se sugiere una resonancia con La conjura de los necios y con aquel Ignatius Reilly que tanta sorpresa causó en el panorama literario de los años 80 del pasado siglo. No es una referencia desacertada, si bien el mundo creado por Andrea di Candia no incide en lo grotesco de un protagonista freak, como sí hacía la novela de Kennedy Toole. Y, en una visión más amplia, será posible vislumbrar rasgos de diversas creaciones que nos ha legado una parte esencial del arte moderno, esa que nos muestra a personajes desposeídos de sí mismos: de Gregor Samsa a Ignatius Reilly, sin olvidar al inquietante Norman Bates de Psicosis

- Publicidad -
- Publicidad -

Relacionadas

- Publicidad -
- Publicidad -

1 COMENTARIO

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre

- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -

últimos artículos

- Publicidad -
- Publicidad -

lo + leído

- Publicidad -

lo + leído