Uno de los desafíos más importantes que asumió el gobierno de Luis Abinader cuando tomó posesión en agosto de 2020, fue su compromiso con el medio ambiente y la lucha contra el cambio climático. Atrás quedaba una etapa de inmovilismo en políticas esenciales para República Dominicana. Casi tres años después, el país ha dado pasos decisivos por sus recursos naturales y eso ha sido reconocido a nivel internacional. Además, estas políticas van a abrir la puerta a la entrada de inversiones que, evidentemente, generarán empleos de calidad.
En este sentido, la Declaración de Brasilia, firmada por 18 países y que va en apoyo a los Fondos de Inversión para el Clima (CIF) va a incrementar las oportunidades de República Dominicana para el acceso a los recursos de financiación para la acción climática.
La Declaración de Brasilia muestra el fuerte apoyo que países desarrollados como Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Dinamarca o Países Bajos, darán al CIF para que siga canalizando proyectos de vanguardia en países en desarrollo, especialmente para la adaptación a los efectos negativos del cambio climático.
Max Puig, vicepresidente ejecutivo del Consejo Nacional para el Cambio Climático y Mecanismo de Desarrollo Limpio de la República Dominicana, afirmó de manera contundente que la Declaración de Brasilia está respaldada de manera directa por «países desarrollados que ven, en el sistema de gobernanza del CIF, un mecanismo ideal para cumplir con su responsabilidad de financiar la acción climática de los países en desarrollo. Aunque el CIF no es uno de los fondos climáticos de las Naciones Unidas, está demostrando ser uno de los más importantes del mundo, debido a su dinámico y abierto sistema de gobernanza interna, en el que la participación de los Estados en desarrollo no sólo es posible, sino que es una realidad, pues República Dominicana ya ocupa dos asientos en posiciones importantes para la discusión técnica y la toma de decisiones».
República Dominicana ya se ha beneficiado de estos fondos de inversión climáticos y ha recibido, por un lado, 40 millones de dólares para la restauración de las cuencas del Yuna. Este proyecto ya está contando con acciones inversoras para comenzar a dar viabilidad a los fondos.
Por otro lado, el programa «Acelerando la Transición del Carbón» va a permitir la superación progresiva y ordenada del uso del carbón para la generación de energía. Este proyecto cuenta con una financiación del CIF de 85 millones de dólares.
