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La sospecha de que el brote de listeriosis comenzó a principios de 2019 pone en entredicho la rapidez de la Junta en actuar

Facua acusa al Ayuntamiento de reducir indebidamente el nivel de riesgo de Magrudis pese a las incontables irregularidades de la empresa

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análisis

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El brote de listeriosis detectado por la Junta de Andalucía en julio pasado, originado en la empresa Magrudis, podría haber comenzado realmente a principios de este año 2019 y no en julio, según los datos que está investigando la asociación de consumidores Facua, una posibilidad que pondría claramente en entredicho la rapidez de actuación de la Consejería de Salud en atajar un contagio que este verano ha provocado ya tres muertes, cinco abortos, más de 200 enfermos y unos 2.000 afectados. Facua también ha culpado al Ayuntamiento de Sevilla (PSOE) de reducir “indebidamente” el nivel de riesgo de Magrudis, lo que provocó que la empresa no se inspeccionara en febrero pasado como marca la normativa vigente.

El portavoz de Facua, Rubén Sánchez, ha asegurado este martes en rueda de prensa que su organización está analizando los casos anteriores de listeriosis notificados en Andalucía durante 2019 y que hasta ahora no se han vinculado oficialmente con el brote provocado por la carne mechada La Mechá de la empresa sevillana Magrudis. Sánchez asegura que “puede ser que el origen del brote se haya producido mucho antes”. El portavoz de esta asociación de consumidores lanza esta sospecha ante los datos oficiales que Facua está estudiando actualmente y que apuntan en una dirección completamente contrapuesta a la supuesta celeridad de la Junta en atajar el brote este verano. Los casos de listeria detectados por las autoridades sanitarias son de notificación obligatoria.

Por otra parte, Facua asegura que el Ayuntamiento de Sevilla redujo indebidamente la categoría de riesgo de Magrudis en julio de 2017 del nivel A al nivel C, una decisión que provocó que el plazo para la siguiente inspección fuese de 18 meses en lugar de los seis o 12 que se establecen para las dos categorías de riesgo superior, A y B.

La misma inspectora municipal

La documentación que ha facilitado el propio Ayuntamiento a la organización de consumidores evidencia que en la inspección por la que se visitó la fábrica de Magrudis a mediados de 2017 se consideró que la empresa había dejado de distribuir sus productos en una “escala superior a la localidad”, es decir, a nivel provincial, como determinó la misma inspectora firmante de los informes durante la visita anterior, de noviembre de 2016, y que ya sólo lo hacía a escala municipal dentro de la capital andaluza.

Fuentes municipales han defendido la profesionalidad de la funcionaria que cambió la categoría de riesgo de Magrudis y aseguran a Diario16 que estos cambios se registraron a modo de ‘checklist’ en un documento municipal en función de unos criterios y baremos profesionales. “Es la palabra de la funcionaria contra la de Facua”, añaden estas fuentes del Ayuntamiento de Sevilla. “Los criterios tenidos en cuenta por esta funcionaria son los mismos, la única diferencia es que en 2017 Magrudis entra a funcionar mediante el sistema de autocontrol”, apunta un portavoz municipal.

Un trabajador cierra la verja que da acceso a la fábrica Magrudis. Foto: Canal Sur.

En declaraciones al programa de Canal Sur TelevisiónAndalucía Directo’ el pasado 16 de agosto, el administrador único de la empresa responsable del brote de listeriosis, Sandro José Marín Rodríguez, admitió que distribuían sus productos “por toda Andalucía”. Posteriormente, la documentación revisada por la Consejería de Salud puso de manifiesto que lo estaban haciendo a escala nacional.

El portavoz de Facua ha exigido explicaciones de estas irregularidades al Ayuntamiento de Sevilla y pide que aclare bajo qué criterio decidió la inspección municipal en julio de 2017 que los productos de Magrudis habían dejado de distribuirse en otras localidades de la provincia. Esto provocó que la citada inspectora determinó que el “riesgo potencial” en función del “riesgo para los consumidores” según el ámbito de distribución se evaluase con cinco puntos en lugar de los diez que se le asignaron en la visita anterior. Estos datos vienen registrados en el denominado ‘Modelo de evaluación para la clasificación de los establecimientos alimentarios en base al riesgo’ que ha facilitado el consistorio municipal a los responsables de Facua.

Una inspectora municipal bajó el riesgo en 2017 porque Magrudis distribuía solo a nivel local aunque su responsable admitió en agosto de 2019 que lo hacía “por toda Andalucía”

Facua ha informado que la puntuación total que se le asignó a Magrudis en la inspección de julio de 2017 fue de 70 puntos, lo que provocó que pasara a la categoría de riesgo C. Si se hubiera mantenido el Distrito Sanitario (la provincia y no sólo la capital) como su ámbito de distribución, la puntuación total habría sido de 75 puntos, lo que habría implicado que se clasificara con la categoría de riesgo B. De este modo, la siguiente inspección tendría que haberse realizado a los 12 meses, en julio de 2018. De no haberse cumplido el plazo por la “flexibilidad” que toleran los planes inspectores oficiales, la visita tendría que haberse efectuado, de manera prioritaria, a comienzos de 2019, algo que nunca se produjo.

Después de inspeccionar la fábrica de Magrudis en julio de 2017, la inspección municipal no volvió hasta agosto de 2019, una vez ya detectado el brote tras localizarse una partida de carne mechada como posible origen del brote. El primer caso de listeriosis de este 2019 que consta al Ayuntamiento de Sevilla es el que le comunicó la Consejería de Salud el pasado 7 de agosto. De las 300 muestras de distintos productos analizadas por los laboratorios municipales este año todas han resultado negativas, confirman estas fuentes municipales.

Los planes inspectores de la Consejería de Salud sobre empresas alimentarias se aprueban en base al desarrollo de la Ley de Seguridad Alimentaria de 2011 y permiten “flexibilidad” en los plazos en los que las autoridades sanitarias tienen que realizarlas. Esa flexibilidad no es acotada ni aclarada en ningún momento, aunque sí se establece que a comienzos de cada año deben efectuarse, de manera prioritaria, controles sobre los establecimientos que no hubieran sido visitados en el ejercicio anterior.

Como se redujo el nivel de riesgo hasta la categoría C, a la inspección municipal de julio de 2017 tendría que haberle seguido otra en enero de 2019, aunque la citada flexibilidad legal podría permitir demorar ese plazo. De este modo, la reducción del riesgo provocó que el Ayuntamiento no asumiera en ningún caso la obligación establecida en el plan autonómico de visitar Magrudis a comienzos de 2019 de manera prioritaria por no haberlo hecho en 2018, ya que ese año no estaba prevista ninguna inspección a la empresa.

“Si la Inspección municipal no hubiese reducido el nivel de riesgo a la categoría C y lo hubiera hecho a la B, la periodicidad flexible de sus inspecciones hubiera sido de 12 meses. Esto habría implicado que la siguiente visita tendría que haberse hecho en julio de 2018. Y de no haberse hecho en esa fecha ni en los siguientes meses del año pasado, a comienzos de 2019 debería haberse efectuado la inspección de manera prioritaria”, explicó el portavoz de Facua.

La Instrucción 118-2021 de la Consejería de Salud establece el procedimiento para la clasificación de los establecimientos alimentarios en base al riesgo en Andalucía. Lo hace sobre la base de cuatro parámetros en cada uno de los cuáles se valoran distintos elementos y se le otorga una puntuación a la empresa. Estos parámetros son el riesgo potencial: asociado al tipo de alimento, la actividad de la empresa y el riesgo a los consumidores; el nivel de cumplimiento in situ de los requisitos legales; la confianza en la gestión de la empresa a través de su sistema de autocontrol; y el historial de la empresa.

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1 COMENTARIO

  1. Una MALA PERSONA (que no reconoce la verdad-realidad ni ayuda a quien la evidencia) JAMÁS HARÁ UNA BUENA POLÍTICA, eso está más claro que el agua cristalina de río. Una mala institución, jamás de los jamases hará una buena gestión. Una mala JUNTA, jamás hará una buena precaución sanitaria, a lo sumo un crear una buena imagen (o marca) para una buena peliculeta de mentiras.
    Ya si digo asco dan, !es poco! http://delsentidocritico.blogspot.com/

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