Escucharla es caminar por Manhattan, ver una romántica y dulce comedia, pasear por Central Park en otoño. Es observar el desierto del Sáhara, respirar en la selva verde de cualquier rincón de América Latina. Lau Noah es la voz, el color, la brisa newyorkina con sabor de Mediterráneo.
Lo tenía claro y lo hizo. Cuando se fue de Reus a vivir en una «comuna» de músicos. Y cuando abandonó la experiencia rumbo a Nueva York, «con 100 euros en el bolsillo». Allí se buscó la vida, sin perder nunca su objetivo: cantar, tocar, componer.
Y como hormiguita, con una mochila llena de sueños, de tesón y de buena energía, lo ha conseguido. Ahora Lau imparte «master class» sobre composición. Ella, que sobre todo, se aleja de la teoría y se adentra en la música «recordando» los sonidos que imaginaba desde pequeña.
Para Lau Noah lo de componer es más bien descifrar colores, pintar escenas, decorar la realidad. Busca el sonido exacto, y lo hace a través de los trastes, de las teclas, de su voz.
Ella quería dar sus primeros pasos de la mano de los mejores. Y le abrieron la puerta, grabaron con ella, mirándose a los ojos, para presentarse ante el mundo. Ahora, con el fruto de su trabajo, es reconocida en su casa, donde sí es «profeta» y también allá lejos, donde ha crecido y se ha desplegado como una enorme flor de mil colores.
Sílvia Perez Cruz, Jorge Drexler, Salvador Sobral, Jacob Collier o Cécile McLorin Salvant han querido acompañar a Lau en su primer proyecto. La suma se convierte en una multiplicación que explota y se expande.
Aquí puedes ver nuestra conversación, y al final, disfrutar de su regalo en exclusiva.
https://beatalegon.tv/video/entrevista-a-lau-noah-cuando-el-arte-fluye/
